Cada vez se compran más "paneláky" como segundo inmueble

Panelák, foto: Štěpánka Budková

Cada vez más checos invierten en la compra de apartamentos en viviendas prefabricadas de hormigón, los llamados paneláky, según informa el diario Hospodářské Noviny. Y es que mientras que el precio de estas viviendas, símbolo de las políticas urbanísticas comunistas, es la mitad que el de los pisos de ladrillo, el alquiler alcanza el 75% de la media.

Panelák,  foto: Štěpánka Budková
El interés por los paneláky, los edificios de hormigón alzados por el régimen comunista, no deja de crecer en la República Checa. Se trata, según el diario Hospodářské Noviny, de compradores interesados no en residir en ellos, sino en ponerlos en alquiler y recuperar rápidamente la inversión.

Aun en el caso de los restaurados y modernizados, el precio de estas viviendas prefabricadas sigue siendo muy inferior al de las convencionales, en muchos casos incluso la mitad. Esto se debe a los acabados, equipamientos y conducciones de inferior calidad, al escaso aislamiento sonoro respecto a otros vecinos y a la poca estabilidad de algunas construcciones, que tienden a formar grietas. Sin embargo el precio de los alquileres, que alcanza el 75% aproximadamente de la media, permite en teoría recuperar rápidamente la inversión.

La compra de inmuebles es normalmente considerada una de las inversiones más seguras, sin embargo en el caso de los paneláky los compradores pueden encontrarse con sorpresas desagradables, por lo que habitualmente tienden a comprar los inmuebles que ya hayan pasado por una restauración.

El barrio Stodůlky,  Praga,  foto: Miloš Turek
Los paneláky más buscados para este tipo de inversión suelen ser los situados cerca del transporte público, preferiblemente el metro, y cerca de áreas verdes, especialmente los barrios de Stodůlky y Krč. En cuanto a las dimensiones, se prefieren los apartamentos pequeños de una sola habitación, con más salida en el mercado de los alquileres.

La tendencia se da no solamente en Praga, sino también en otras grandes ciudades, como Pilsen, Karlovy Vary y en general en cualquier ciudad que disponga de universidad.

Este modo de inversión llegará pronto a sus límites, aseguran los expertos consultados por el diario, debido a que el creciente interés está provocando ya una subida de precios. Esto hará a los paneláky menos atractivo para este tipo de negocios. Además, el número de viviendas de hormigón en oferta de venta también se está reduciendo, con lo que las mejores oportunidades presumiblemente acabarán pronto.

Autor: Carlos Ferrer
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