Carlos IV y sus mujeres: entre el amor y cálculos políticos

Blanca de Valois, foto: Packare, Wikimedia CC0 1.0

Cálculos políticos pero también un amor sincero. El rey checo Carlos IV estuvo casado cuatro veces y en esta edición de 'Legados del Pasado, Testimonios del Presente' hablaremos de las esposas del monarca, de cuyo nacimiento celebramos siete siglos.

Blanca de Valois,  foto: Packare,  Wikimedia CC0 1.0
Carlos IV se comprometió con su primera esposa Margarita de Valois, la hermana del rey francés Felipe VI, con solo siete años de edad. Juntos crecieron en la Corte francesa, donde el futuro rey checo y emperador del Imperio Romano-Germánico aprendió modales aristocráticos. Su primera esposa es conocida en el ámbito checo bajo el nombre de Blanca, según explicó para la Radiodifusión Checa el historiador Petr Čornej.

“Por su pelo rubio y la cara pálida empezaron a llamarla Blanca. A pesar de estar comprometidos a una edad tan temprana, fue probablemente una relación bonita, ya que desde niños jugaban juntos en la Corte parisina y se sentían muy cerca”. Su matrimonio fue sellado oficialmente en 1344, cuando la joven pareja se asentó en Praga, el lugar del nacimiento de Carlos IV.

Los principios de la vida de la reina en la capital checa no fueron fáciles. No solamente por el hecho de que su séquito, que la había acompañado a la capital checa, tuvo que regresar a Francia, sino también porque la ciudad de Praga se encontraba en un estado desolado, como consecuencia de varias invasiones y por el estado de la caja real, que el padre del aristócrata, Juan de Luxemburgo, agotó para financiar sus expediciones bélicas.

Juan de Luxemburgo,  foto: Wikipedia,  free
Blanca de Valois se ganó en breve el afecto del pueblo checo por su interés en integrarse en la sociedad, que demostró con la rápida adopción de la lengua checa. Despertaba admiración también por su belleza y sus formas de vestir, que tenían su origen en la corte francesa.

La princesa dio en 1335 a su esposo su primera hija, Margarita, y siete años después nació Catalina. El matrimonio tuvo un final trágico. Blanca de Valois falleció a los 32 años a consecuencia de una rápida enfermedad.

Un matrimonio calculado

Carlos IV tardó un año en contraer su segundo matrimonio. Su nueva esposa fue Ana de Baviera, de la poderosa dinastía alemana de los Wittelbach, apuntó Čornej.

Carlos IV,  foto: public domaina
“Su matrimonio con Anna de Baviera fue un asunto político. Con este enlace matrimonial Carlos IV se ganó el favor de un príncipe elector alemán. Probablemente no fue una relación precisamenta cálida”.

Ana de Baviera dio a luz al primer hijo de Carlos IV, el príncipe Venceslao. Con tan solo 11 meses, su padre lo comprometió con la nieta del rey húngaro, Ana de Swidnica, que tenía entonces 11 años.

Desafortunadamente, el anhelado sucesor del trono no llegó a los dos años de edad. Trece meses después, Anna de Baviera sufrió una caída de caballo y a consecuencia de esta falleció.

La bella y el poderoso

Ana de Swidnica,  foto: Packare,  CC0 1.0
El tercer matrimonio de Carlos IV vino marcado por el amor y la pasión. Paradójicamente, su tercera esposa fue Ana de Swidnica, la que tenía que ser originalmente su nuera. También se trató de un matrimonio calculado, ya que Carlos IV estaba interesado en los territorios que la familia de la joven poseía en la región de Silesia.

Ana de Swidnica, considerada una de las mujeres más bellas de Europa, se casó con Carlos IV a sus 13 años de edad, mientras que su esposo le llevaba más de 20 años. A pesar de ello, la relación, que dio vida a los príncipes Venceslao IV e Isabel, parecía idílica, apunta Čornej.

“Ana de Swidnica era una bella joven. Fue una relación llena de amor entre un hombre maduro y una joven enamorada que admiraba a su protector. Desgraciadamente, el matrimonio acabó con la trágica muerte de Anna durante el parto”.

La reina que partía hierro

Isabel de Pomerania,  foto: Foto: Michaelsanders / Public Domain
La cuarta esposa de Carlos IV, Isabel de Pomerania, procedía de Polonia. El matrimonio se contrajo en menos de un año desde la muerte de su tercera esposa. Gracias al matrimonio con la princesa, que entonces tenía 16 años, Carlos IV se libró diplomáticamente de su oposición política, explica el historiador.

“Fue también un matrimonio político. De Isabel se decía que era una mujer que partía hierros y doblaba herraduras. Aparentemente, esta relación no era tan bonita como la que tenía con Ana de Swidnica, aunque en público todo tenía que aparentar ser perfecto. Cuando Carlos IV enfermó, Isabel emprendió una caminata de 30 kilómetros desde el castillo de Karlštejn hasta la Catedral de San Vito, en Praga, rezando por la salud de su esposo. Fue una manifestación de su relación en público”.

Según apuntó Čornej, los historiadores saben con seguridad que Carlos IV fue infiel a Isabel durante su viaje al sur de Francia en 1365. La consecuencia de esta aventura fue el nacimiento de su hijo ilegítimo, Guillermo. El rey lo vio por primera vez durante su último viaje a Francia, reconoció su paternidad y se hizo cargo de su mantenimiento.

Carlos IV tenía 12 hijos

Además de fuerte y enérgica, Isabel de Pomerania era también una mujer muy fértil. A su marido le dio seis hijos, más que todas sus esposas anteriores juntas, indicó Čornej.

Petr Črornej,  foto: ČT
“Hasta hace poco creíamos que Carlos IV tenía en total 11 niños, pero eran 12. Uno fue identificado entre los restos mortales en la tumba real de la Catedral de San Vito. Solamente seis de sus hijos llegaron a vivir hasta la edad adulta. No era fácil ser hijo de Carlos IV. Él daba mucha importancia a su educación, tenía unos requisitos extraordinarios, sin darse cuenta de que no todos habían heredado su genialidad. Creo que sus hijos Venceslao y Segismundo estaban muy dotados. Venceslao heredó de su madre, Ana de Swidnica, intereses culturales, mientras que Segismundo tenía el talento político de su padre”.

El príncipe Venceslao IV era el hijo preferido de Carlos IV. Isabel de Pomerania sufría el hecho el que sus hijos Juan y Segismundo hubieran pasado a un segundo plano. A pesar de ello, todos sus hijos contrajeron en el marco de la perspicaz política matrimonial de Carlos IV unos matrimonios ventajosos.

Después de la muerte del rey subió al trono su hijo Venceslao. Su reinado no brindó a las Tierras Checas tantos beneficios como el de su padre. La creciente insatisfacción con la administración del reinado culminó con su destitución del trono. A sugerencia de su hermano Segismundo, Venceslao acabó después encarcelado en Viena.

Segismundo, uno de los personajes más contradictorios de la historia checa, fue uno de los responsables por uno de los capítulos más oscuros del país. Los ciudadanos le culparon de la muerte del reformista religioso, Juan Hus, que fue en 1415 quemado en la hoguera en la ciudad alemana de Constanza. En 1420 Segismundo llevó una cruzada contra los herejes en las Tierras Checas, que desembocó en las aniquiladoras guerras husitas.