Científicos checos desarrollan para la OTAN equipos para la detección de explosivos
Científicos de la Universidad de Química y Tecnología de Praga están desarrollando nuevos equipos para detectar explosivos y sustancias químicas para el Ejército y la Policía. El proyecto, que cuenta con el apoyo de la OTAN, se puso en marcha hace dos años, y el resultado, es un sensor que formará parte de los uniformes de los soldados de la Alianza.
Las Unidades disponen de sofisticados equipos para la detección de sustancias químicas y explosivos, pero en la mayoría de los casos los pueden utilizar sólo expertos con un alto grado de preparación.
Un equipo de científicos de la Universidad de Química y Tecnología de Praga trabaja desde hace dos años en el desarrollo de dispositivos que puedan utilizar otros profesionales.
El jefe del equipo de investigación, Martin Vrñata, dijo a la Televisión Checa que mientras que los equipos convencionales para la detección de explosivos y sustancias químicas son muy caros, una de las prestaciones de los nuevos sensores es que son baratos.“Los sensores pueden utilizarse como un recurso o instrumento mucho más barato para diversos sistemas de prevención”.
Los nuevos sensores pueden ser aprovechados de manera más amplia, por ejemplo en los uniformes de soldados, policías, bomberos y equipos de rescate, agregó Vrñata.
“El sensor para textiles puede utilizarse en la llamada ropa inteligente. Esto quiere decir que puede integrarse directamente a los uniformes”.Además de los sensores para textil, los expertos han desarrollado un total de ocho modalidades. Están en condiciones de detectar sarín y gas mostaza, entre otros, además de ser fáciles de instalar en aeropuertos, estaciones y edificios de importancia estratégica.
El experto subrayó que los nuevos detectores son de dimensiones pequeñas, comparables con un teléfono celular, lo que los convierte en equipos portátiles de fácil manipulación.
Los científicos destacan que muchos detectores de gas resultan a menudo ineficaces en la detección de ciertos explosivos. Es por eso que el equipo se centró en la detección de aditivos que no explotan, pero que están presentes en un sinnúmero de explosivos.Todo parece indicar que muy pronto los nuevos y sofisticados sensores checos se convertirán en parte inseparable de los uniformes de los Policías y bomberos checos, así como de los soldados de todos los ejércitos de la OTAN.