Edificios históricos a la venta en Chequia
Numerosos edificios históricos están actualmente en venta en la República Checa. Se trata de inmuebles abandonados, administrados por el Estado, para los que hasta el presente no se tiene aprovechamiento y tampoco se dispone de recursos necesarios para su mantenimiento.
La Oficina de Representación del Gobierno en Asuntos de la Propiedad administra más de 2.500 edificios, la mayoría de significado histórico, y casi 130.000 terrenos. El Estado traspasa en algunos casos estos inmuebles gratuitamente o a un precio simbólico a las Municipalidades si éstas presentan un proyecto para su aprovechamiento adecuado, en otros casos procede a su venta. El año pasado traspasó así a las Municipalidades 29 edificios.
Varias edificaciones históricas en Praga y en otros lugares del país ya fueron vendidas, mientras que otras, como por ejemplo el extenso palacio barroco de Invalidovna, en la capital checa, siguen en manos del Estado, ya que en la licitación para su adquisición no se presentó ningún interesado. Lo que sí se logró vender es el monasterio barroco de unos 200 años de antigüedad, situado en la Plaza de la República (Náměstí Republiky), en Praga, que fue subastado el año pasado a un inversor extranjero y actualmente tiene su sede allí el Instituto Eslovaco.
Según recalcó para la Televisión Checa Kateřina Araimu, directora de la Oficina de Representación del Gobierno en Asuntos de la Propiedad, el monasterio se vendió por algo más de 29 millones de euros, ya que se conservó en buen estado. Esto se debió entre otras cuestiones a que durante los últimos años había sido sede de distintas instituciones públicas, así que el Estado lo mantuvo bajo control.
”Estoy conforme con el precio del edificio barroco. Además, hay que tener en cuenta que el Estado pagó elevadas sumas por su mantenimiento. Igualmente tuvimos que mandar a hacer un dictamen del estado actual del inmueble, lo que también costó algún dinero”.
El Estado Checo ofrece a la venta por unos 400.000 euros la histórica caballeriza en el área de la antigua fortaleza de Josefov, por ejemplo. Tres veces ya intentó venderla y ahora se procederá a un cuarto intento. Sin embargo, en vista del mal estado en el que se encuentra el inmueble, de su estatuto de monumento histórico protegido y de su precio que algunos inversionistas locales que se habían interesado por su compra consideran elevado, su eventual venta sigue entre tinieblas. Este año el Estado planifica ofrecer a la venta el palacio renacentista Dívčí Hrad, en el distrito de Bruntál, en el noreste del país.
Algunas de las edificaciones históricas el Estado las ofrece en alquiler. Así se procedió por ejemplo en el caso de los vestigios del antiguo palacete Kozí Hrádek, junto a la ciudad morava de Mikulov, del que se ha conservado más bien sólo la torre que antaño servía como punto de defensa para la artillería. Desde hace ocho años el lugar está en manos de Josef Hrdlička, un administrador local, quien transformó la torre en un mirador.
”El lugar requiere un mantenimiento mínimo, lo que considero muy positivo y llegan también bastantes turistas interesados en subir a la torre. En el sótano debajo de las ruinas del palacete tengo además mi propia bodega de vino”.
Unas 150 personas visitan diariamente el mirador durante la temporada turística de verano. Sin embargo, la antigua propietaria de Kozí Hrádek y de otros inmuebles en Mikulov, Mercedes Dietrichstein, pidió su devolución. En caso de que el Tribunal falle a su favor, el contrato de alquiler de las ruinas del palacete con el mirador sería suspendido.
La mayor suma financiera adquirida por el Estado checo a raíz de la venta de un inmueble fueron unos 34 millones de euros. Este dinero fue resultado de la venta en los años 90 del antiguo cuartel militar de Jorge de Poděbrady, en el centro de Praga. De esa obra se conservaron hasta el presente sólo las paredes exteriores. Los interiores fueron readaptados totalmente, siendo transformado el edificio en un centro comercial bajo el nombre de Palladium.