Los checos gustan mucho recoger hongos y frutos de bosque

Foto: Martina Schneibergová

El valor de las setas y frutos de bosque que los checos recogieron el aňo pasado alcanzó unos 218 millones de euros, 1,5 millones más que el aňo anterior, según un reciente informe del Ministerio de Agricultura.

Foto: Martina Schneibergová
La recogida de hongos y frutos de bosque tiene una larga tradición en la República Checa y se dedican a ella la mayoría de los ciudadanos de este país. Lo que más recogen los checos en los bosques son los hongos comestibles, en 2015 fue por un valor de 130 millones de euros.

Entre los frutos de bosque predominan los arándanos, seguidos por las frambuesas y las moras. Los ciudadanos utilizan estos productos para consumo propio, o los venden en los mercadillos agrícolas. Los platos de cocina con setas son de lo más típicos y muy populares entre los checos, al igual que los dulces con frutos de bosque.

Según el nuevo informe del Ministerio de Agricultura, cada checo visitó unas 22 veces un bosque en 2015. Y cada hogar recogió allí unos 9,68 kilos de productos silvestres, representando la mitad las setas. Una de las regiones donde más personas se dedican a esta actividad, buscando en especial los hongos, es Bohemia Central, ya que a los bosques locales se dirige la mayoría de los habitantes de Praga.

La recogida de los productos silvestres que crecen en los bosques se hace también cada vez más rentable para las personas que se dedican a esta labor con fines comerciales. El precio de estos productos alimentarios al que se venden en los mercadillos ha subido marcadamente en los últimos años, por ejemplo, un kilo de setas cuesta entre 15 y 37 euros, en dependencia de su tipo, y un litro de arándanos cuesta entre 3 y 5 euros.