Miles de personan toman las calles de Praga en defensa de la libertad de expresión
Los checos salen a las calles para defender la libertad de expresión. Ciudadanos y representantes de la sociedad civil realizan actividades para expresar su disgusto con el presidente Miloš Zeman por atentar contra los medios de comunicación.
Desde su punto de vista esos medios no son objetivos y responden a los intereses creados de sus propietarios. La crítica del mandatario cayó además sobre la Televisión pública, que ante sus ojos tampoco es objetiva.
Los fuertes ataques del presidente se han convertido en el detonador de la inconformidad de un sector de la población que teme por el futuro de la libertad de expresión en el país, y es por eso que muchos ciudadanos han optado por salir a las calles.
Alrededor de unas 4.000 personas, según el cálculo de los organizadores, participaron en una manifestación este miércoles para recordar en la Plaza de Venceslao para condenar las palabras del presidente y rendir homenaje al periodista Ján Kuciák asesinado en Eslovaquia.
Zeman agradeció a sus seguidores el apoyo brindado y les dijo que la contienda había terminado, que ellos habían triunfado y que por lo tanto el futuro sería de ellos.
Los manifestantes temen que las acciones emprendidas por el presidente Zeman por un lado, y los ataques protagonizados por el líder del Partido de la Democracia Directa, Tomio Okamura, contra la Televisión pública pongan en peligro la libertad de expresión.
Luboš Louženský, uno de los organizadores de las manifestaciones, dijo a la Radiodifusión checa que desean denunciar en las calles otras situaciones que preocupan a la ciudadanía.
Estudiantes de secundaria y de diversas Universidades anunciaron que se sumarán a las actividades de protesta y de denuncia del peligro que acecha contra los medios de comunicación.
Miles de personas, asimismo, tomaron las calles de la Praga y de otras ciudades del país, hace varias semanas atrás, para oponerse a que un antiguo miembro de la Policía antidisturbios de la época comunista dirigiera la Comisión parlamentaria que supervisa a la Inspección General de la Policía.
La tensión en la sociedad checa ha empezado a incrementarse y la toma de las calles por miles de personas inconformes con el acontecer político está a la orden del día, tal y como lo demuestran los últimos acontecimientos.
