Los checos perciben que la corrupción todavía es alta en el mundo empresarial

Foto ilustrativa: archivo de Radiodifusión Checa

En la República Checa todavía existe la percepción de que el nivel de corrupción es más alto que en otros países europeos.

Foto ilustrativa: archivo de Radiodifusión Checa
Todavía se tiene en Chequia la percepción de que la corrupción en las empresas es algo bastante extendido, según afirma un estudio internacional centrado en el fraude y la corrupción de la empresa de investigación EY.

Entre las prácticas más comunes se encuentran los gastos extra de representación, viajes de ocio o invitar a clientes a eventos deportivos. El 60% de los encuestados afirman que utilizarían estos métodos si eso ayudara a mejorar una mala situación económica en su empresa. En lo que respecta a hacer regalos con un alto valor económico, el 24% estaría dispuesto a hacerlo para ayudar a su compañía.

Radim Bureš, mánager de la empresa de investigación EY, comentó los resultados para la Radiodifusión Checa.

“Hay que decir que los encuestados checos, es decir, los representantes de importantes compañías de la República Checa, consideran que el riesgo de corrupción es alto y además, están convencidos de que es algo bastante extendido“.

Radim Bureš,  foto: Transparency International
El 56% de los directivos encuestados piensa que en la República Checa la corrupción está muy extendida, una cifra que supera a la de otros países desarrollados. Y hasta seis de cada diez estarían dispuestos a recurrir a algunas de estas prácticas para conseguir la adjudicación de concursos públicos. Sin embargo, se puede hablar de una mejora, pues esta cifra es menor que la de los últimos años.

En general, de este estudio se extrae que en la República Checa y Eslovaquia, la tolerancia contra la corrupción es más alta que la media mundial. Por su parte, en América Latina, los resultados no fueron tampoco muy positivos, ya que allí el 74% de los directivos consideran que la corrupción es un problema importante.

Ante la pregunta de si existen herramientas para evitar prácticas deshonestas, Bureš responde afirmativamente.

“Por supuesto, existe toda una escala de medidas. Es necesario combinar las llamadas medidas blandas como, por ejemplo, un liderazgo claro por parte de los directivos de la compañía para establecer una atmósfera anticorrupción, con medidas de cumplimiento normativo“.

También se desprende de este estudio internacional que los directivos checos y eslovacos subestiman la posibilidad de recibir ciberataques. Solo el 25% se preocupa por ello, el porcentaje más bajo de Europa.