Jóvenes checos se enfrentan al peligro de la pobreza
El peligro de pobreza se cierne sobre varias capas de la población checa. La joven generación no queda de lado y la miseria es una de las mayores amenazas a la que puede llegar a enfrentarse.
Aproximadamente el 27% de las mujeres vive en la miseria, mientras que en el caso de los hombres se trata del 18%, indica la socióloga Kateřina Paroulková.
”Con el paso del tiempo y el avance de la edad el número de hombres amenazados por la pobreza se va reduciendo. Los hombres logran librarse del peligro de la miseria, mientras que en el caso de las mujeres jóvenes la situación es diferente. Su porcentaje en amenaza se mantiene sin cambio, o se incrementa. Las causas son, por ejemplo, su insuficiente actividad económica debido a la baja de maternidad, o las obligaciones relacionadas con el cuidado de los hijos ya mayores. Estos son algunos factores que incrementan el peligro de pobreza, y en el caso de las mujeres se combinan”.
Lo que más influye en la situación de la joven generación en Chequia son las relaciones familiares, el nivel de educación y el disponer o no de una vivienda, sostiene Lukáš Curylo, jefe de Cáritas de la República Checa.”Una familia joven, los jóvenes en general, necesitan tener dónde vivir para independizarse de sus padres. Si alquilan un apartamento, necesitan que el alquiler sea adecuado para que logren vivir de forma normal. Lamentablemente, en Chequia hay mínimas viviendas sociales, más bien no las hay a disposición. Existen ayudas sociales para el pago de alquiler, pero éstas se van reduciendo. Con ello empeora la posibilidad de las familias de encontrar una vivienda que puedan permitirse”.
Las personas menores de 30 años que no encuentran o pierden trabajo y sus familiares no les ayudan en lo financiero llegan a endeudarse cada vez más, lo que conduce a un callejón sin salida, y suele ser un gran problema, recalca la analista Martina Veverková.
”Si la persona llega a tener grandes deudas, en la mayoría de los casos no logra salir de ellas, porque no tenemos todavía formas accesibles para esas personas de cómo resolver una gran deuda. Ese problema puede acompañarles así durante toda la vida y pueden quedar socialmente excluidas. Y esto llega a ser una carga para la sociedad también, porque esas personas necesitan ayuda social. A la vez existe un riesgo moral, porque si a esas personas las dejamos vivir con las deudas y enfrentar solos esa difícil situación, pueden llegar a adoptar posturas y actitudes asociales”.El estudio de la agencia Median reveló a la vez un alto nivel de solidaridad de los jóvenes checos con las personas en estado de precariedad. El 22% de los encuestados sostuvo que siempre trata de brindar ayuda a un individuo o familia entera que se enfrenta a la pobreza.