Soldados checos vuelven a patrullar en Afganistán
El ejército checo comienza de nuevo con sus labores de vigilancia en Afganistán tras el atentado en el que resultaron muertos tres soldados.
Los soldados de la República Checa destinados en la base aliada de Bagram, en Afganistán, retoman sus actividades, que se vieron interrumpidas por un atentado suicida hace un mes.
Dicho atentado le costó la vida a tres soldados checos y dejó heridos de gravedad a dos soldados afganos y uno estadounidense, que fueron asistidos allí mismo por el personal sanitario checo, que todavía se encontraba en el interior de los vehículos acorazados. Una investigación del Ejército afirma que el atacante no estaba solo y que el atentado fue preparado con antelación.
Pero desde esta semana los 281 soldados checos desplegados en Afganistán seguirán con sus labores habituales, una decisión que fue tomada por el general estadounidense John Nicholson, comandante en jefe de la misión aliada Apoyo Resuelto, que acaba de ser relevado por el general Austin Miller. La portavoz del Estado Mayor del Ejército de la República Checa, Vlastimila Cyprisová, confirmó la reanudación de la misión.
“En base a la resolución del comandante en jefe de la misión Apoyo Resuelto, las tropas comenzaron su labor de patrulla en toda su extensión el día 2 de septiembre a las 20:30, hora local”.
Unos días después del atentado, los soldados expresaron que podían continuar con la vigilancia, sin embargo, no podían hacerlo sin permiso del comandante en jefe de la misión, por lo que durante este tiempo han estado destinados a la protección interna de la base.
La misión de los militares checos en los alrededores de Bagram consiste, principalmente, en controlar los lugares desde los que los insurgentes disparaban misiles, conseguir información de los ciudadanos locales, buscar depósitos de armas y escoltar a ciertas autoridades y personas importantes.