Muere Josef Koutecký, pionero de la oncología infantil en Checoslovaquia
A los 88 años, falleció el pasado viernes Josef Koutecký, fundador del primer departamento especializado en la lucha contra el cáncer infantil en Checoslovaquia.
Sin duda, Koutecký tiene un hueco en la historia de la medicina checa. Gracias a él en 1964 la oncología infantil se convirtió en una especialidad médica en Checoslovaquia, y en 1978 comenzó a dirigir en el Hospital Motol el primer departamento independiente dedicado a niños con cáncer.
Como recordaba Josef Koutecký hace unos años para la Radiodifusión Checa, la creación de departamentos similares en los países occidentales le hizo interesarse por esta especialidad.
“Yo sabía que si se estaban empezando a fundar departamentos de oncología infantil en los países occidentales, también era necesario hacerlo aquí. El asunto con esto es, como pasa con estas cosas, tener la idea y tener fuerza para llevarla a cabo”.
No obstante, el camino no fue fácil. Muchos de sus compañeros no estaban seguros de que fundar un departamento independiente de oncología infantil fuese a servir de algo. Incluso algunos llegaron a ridiculizar sus ideas, pero con el tiempo se demostró que tenía razón.“Estaba empeñado en demostrar con esto que yo tenía razón. Y con el tiempo se demostró que era así, porque el porcentaje de niños que se curaban fue aumentando gradualmente”.
Tanto es así, que cuando la especialidad estaba recién inaugurada en Checoslovaquia solo sobrevivían en el país el 3% de los niños con cáncer. A día de hoy esa cifra llega al 80%.
A pesar del duro trabajo que tenía que realizar, siempre tenía tiempo para prestar atención a los niños y tratarlos con cariño, como contaba con emoción hace tiempo.
“Entraba en las habitaciones infantiles, estas que tienen camas con cabeceros altos, y los niños intentaban estirarse hacia mí. Imagínese, niños que quieren acercarse al doctor. Los niños normalmente huyen de los médicos, pero yo los cogía en brazos, los cuidaba, me robaban el bolígrafo de los bolsillos. Veían que el doctor no era alguien malo que les iba a hacer daño”.
Pero el mundo de Josef Koutecký iba mucho más allá de la medicina. También era conocida su pasión por la música clásica, y en sus ratos libres también dedicaba tiempo a los animales y a la literatura.Además de publicaciones especializadas, llegó a escribir un libro de cuentos para niños.
Jan Trka, vicedecano de la 2ª Facultad de Medicina de la Universidad Carolina, fue discípulo de Koutecký y destacó el gran nivel cultural que poseía el médico fallecido.
“Él era conocido por ser un entendido en música, literatura, poesía. Y en sus clases intercalaba temas interesantes que iban más allá de la medicina, tenía un trasfondo cultural extraordinario”.
Por su incansable labor, Josef Koutecký recibió numerosas condecoraciones durante su vida. Recibió, por ejemplo, la Medalla del Mérito, que en 1996 le otorgó el presidente Václav Havel. También recibió, entre otras, la medalla Jan Evangelista Purkyně en 2014, un reconocimiento que concede la Academia de Ciencias de la República Checa.