Científicos checos quieren conocer más acerca de las sustancias psicodélicas
En un futuro no muy lejano, algunas sustancias psicodélicas que son ilegales en la actualidad, podrían ayudar a los médicos a tratar casos de depresión, ansiedad y estrés postraumático.
Los datos que se obtengan a través de esta investigación servirán, en primer lugar, para proponer un sistema de ayuda que pueda responder a las personas que tengan algún problema derivado del uso de alguna sustancia psicodélica, como explica la coordinadora del estudio, Rita Kočárová.
“Nos interesan los usos de riesgo que se pueden dar con estas sustancias, la opinión de los usuarios acerca de la situación legal de estas drogas, y sus necesidades. El objetivo es crear un servicio para usuarios de psicodélicos, porque sabemos que existen riesgos en torno a su uso pero no tenemos suficientes recursos para atender a estas personas cuando aparecen problemas”.
Los científicos del Instituto de Salud Mental no solo se centrarán en las sustancias psicodélicas más conocidas y de uso más frecuente, sino que como añade Kočárová, tendrán en cuenta una amplia variedad.“Abarcamos todas las sustancias que puedan provocar algún efecto psíquico, por ejemplo, incluimos el cannabis. Pero también hay sustancias menos frecuentes como la salvia y la ibogaína”.
Además, existen evidencias sólidas de que el uso de psicodélicos con fines terapéuticos y bajo supervisión médica puede ser de gran ayuda frente a enfermedades como la depresión y la ansiedad.
En sus efectos sobre la conciencia y el comportamiento se encuentran algunas claves de su posible aplicación médica.
“En altas dosis, se han descrito experiencias de sentirse en unión con todo, lo que podría ser una de sus principales cualidades terapéuticas. La gente que tiene experiencia con psicodélicos dice que lo que consideraban el “yo” se disuelve y se conecta con los demás, con el planeta o con todo el universo”.Hasta el momento, uno de los casos más estudiados, principalmente en Estados Unidos, es el del MDMA, un derivado de la anfetamina que ha mostrado resultados positivos para tratar el síndrome de estrés postraumático.
En unos años, esta sustancia y otras como la psilocibina, que se halla en los hongos psilocibios, es probable que sean comunes en ciertos tratamientos psiquiátricos, señala Rita Kočárová.
“Se planea para el 2021 que el MDMA pueda administrarse en Estados Unidos a los pacientes fuera del ámbito de los estudios científicos. En Europa se espera que eso pase en el año 2023. Por supuesto, hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Y futuros planes incluyen a otra sustancia, la psilocibina, para luchar contra la depresión. Creo que en unos años será posible en algunos países ofrecer terapias médicas con psicodélicos”.
La parte inicial de esta investigación consistirá en una serie de entrevistas anónimas a personas que han experimentado con estas sustancias, y cuyos resultados se publicarán a mediados del próximo año.Aunque las trabas legales que existen desde los años 60 y 70 paralizaron en gran medida el estudio de los psicodélicos, la República Checoslovaca fue uno de los países pioneros en este tipo de investigaciones durante la década de 1960.