Extremistas rusos atacan la Embajada checa en Moscú
La Embajada checa en Moscú fue objeto de vandalismo el pasado domingo, según ha confirmado el Ministerio de Relaciones Exteriores checo. El detonante: la retirada de un monumento al mariscal Konev en Praga.
Desde que se anunció que se retiraría una estatua del mariscal soviético Ivan Konev del distrito de Praga 6, desde Rusia han llegado numerosas protestas tanto desde las autoridades, a nivel oficial, como a nivel popular.
La retirada se produjo definitivamente la semana pasada, lo que ha producido como respuesta un ataque a la Embajada checa en Moscú este pasado domingo. Un grupo de vándalos lanzó bombas de humo al interior del recinto y colgó una pancarta en la valla exterior en la que podía leerse: “Stop Fascismo”.El ataque se lo atribuyó en su propia página web la organización política La Otra Rusia, una agrupación de extrema izquierda que, no obstante, reúne a seguidores de un amplio espectro, cuyo gran nexo de unión ha sido tradicionalmente la oposición a Putin.
Los representantes diplomáticos checos en Rusia informaron inmediatamente de lo ocurrido al Ministerio de Relaciones Exteriores, según dijo a la Radio Checa el embajador checo en Rusia, Vítězslav Pivoñka.
“Hemos informado al Ministerio de Relaciones Exteriores checo sobre este incidente. Después, hemos preparado una nota sobre el tema para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia”.
Por otro lado, Zuzana Štíchová, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores checo, además de confirmar la queja oficial puesta por Chequia, quiso recalcar que Rusia tiene la obligación de proteger a las embajadas extranjeras en su territorio.
“Chequia ha puesto una queja contra el ataque a un espacio que corresponde a nuestra misión diplomática en Rusia, cuya protección es obligación del país que nos acoge. Ya hemos enviado una nota oficial a la Embajada checa en Moscú. Esperamos que las autoridades rusas tomen las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder”.
La Otra Rusia confirmó en su comunicado que el ataque responde a la retirada de la estatua del mariscal Konev, que según señalaron, “forma parte de una estrategia de los países europeos para revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial”.Asimismo, declararon que rechazar la lucha soviética durante la guerra es una forma de aprobar el nazismo. Al final del escrito, la organización rusa hizo una proclamación en la que decía: “Nuestros tanques estarán en Praga”, una imagen traumática para los checos, que aún recuerdan la invasión del Pacto de Varsovia en 1968.
El mariscal Ivan Konev, que en Rusia es considerado un héroe de guerra por su papel en la Segunda Guerra Mundial, ayudó a liberar Praga en 1945, evento por el que se le dedicó una estatua en la capital checa. Sin embargo, más tarde recibió acusaciones de haber estado implicado en la invasión de Checoslovaquia en 1968, hecho que todavía se encuentra en discusión.
A partir de ese momento, Konev cayó en desgracia entre los checos. Por ello, en los últimos años muchos ciudadanos pidieron la retirada de su estatua de la vía pública, hecho que se consumó la semana pasada. El Ayuntamiento de Praga planea colocar la figura en un futuro Museo de la Memoria del Siglo XX.