Santana clama en Praga por la paz y el amor
Carlos Santana inició su carrera a fines de la década de los sesenta, cuando la generación de "los hijos de las flores" estaba en su auge, en aquél entonces los hippies protestaban contra la guerra en Vietnam. Unos 30 años después, Santana volvió a expresar el deseo de que la paz se estableciera en todo el mundo, en el concierto efectuado el viernes pasado en Praga. Venimos para enseñarles otra cara de la América de Bush, afirmó Carlos Santana ante el público checo. Más detalles les ofrecerá Roman Casado.
"Pues, claro, no te has equivocado. Santana tocó sus mayores éxitos del disco 'Abraxas', editado en 1970, como por ejemplo, 'Oye como va', 'Incident At Neshabur' y una versión de 'Black Magic Woman' un poco más movida. Pero la mayoría de las canciones que ofreció al público en Praga, provienen de sus discos lanzados al mercado recientemente. Me refiero a su último disco 'Shaman', y, sobre todo, a su álbum 'Supernatural', del año 1999, galardonado con nueve premios 'Grammy'; Santana optó, entre otros, por 'Wishing It Was', 'Corazón Espinado' y 'Da le Yaleo'..."
Una guitarra que canta y que está basada en un fondo sólido de ritmos afrocubanos y latinos apoyados por instrumentos de viento; en fin, el manuscrito del estilo de Santana es inconfundible... El grupo de Carlos Santana es bastante numeroso...
"Bueno, sí, Santana acudió a Praga con nueve compañeros de su grupo: entre ellos destaca la sección rítmica, dos bateristas y un bongista, compenetrada como una máquina; Andy Vargas se encarga del canto y no nos olvidemos de Chester Thompson, que toca el sintetizador, cuyo sonido fue característico principalmente en los primeros discos de Santana... La mayor estrella es, por supuesto, Carlos Santana, pero, el mismo no trata de imponerse a toda costa, dejándoles a sus compañeros bastante espacio para sus solos e improvisaciones..."
Al concierto acudieron unos 20 mil espectadores, conciertos parecidos suelen ser acompañados con un gran espectáculo, ¿cómo fue en este caso?"Pues, esta vez no fue así. Ningún fuego artificial bombástico, casi ningún efecto de luces; la música ha tenido tanta fuerza que ni siquiera hacía falta. Solamente una pantalla grande fue instalada encima del escenario para aproximar la actuación. Cuando Santana expresó el deseo de que hubiera paz en todo el mundo diciendo que el presidente Bush no debería seguir en su función, una paloma blanca apareció simbólicamente en la pantalla. Y cuando dedicó a las mujeres la canción "María María", exhortando a los chicos a que besaran a sus novias, una morena se puso a bailar en la pantalla, sustituyendo la imagen de los músicos. Casi nada más".
En Praga se presentó también el hijo de Carlos Santana, Salvador.
"Sí, Salvador, al teclado, abrió el concierto de su padre con su grupo 'The Salvador Santana', que combina el jazz, hip hop y música latina. El padre con su hijo también tocaron juntos: Carlos apoyó a 'The Salvador Santana' en la primera y la última canción de su concierto y, posteriormente, invitó a su hijo al escenario para que le acompañara en la canción 'Smooth', con la que pondremos punto final a esta edición de Cultura".