La crisis del Gobierno checo podría desembocar en su caída
La suerte del Gobierno checo, actualmente en crisis, podría decidirse en el curso de esta semana. Vladimír Spidla, primer ministro y presidente del Partido Socialdemócrata checo, anunció que en caso de no obtener el respaldo de su partido, presentaría su dimisión.
"No podría encabezar el Gobierno si mi partido me negara su apoyo", destacó Spidla. La Socialdemocracia se propone debatir sobre ello este sábado, en la sesión de su comité ejecutivo. Vladimír Spidla adelantó este lunes, que en caso de no obtener el respaldo de su partido, presentaría su dimisión, con lo que se disolvería el Gobierno.
Los partidos de la coalición gubernamental valoran los esfuerzos de Vladimír Spidla por solucionar la crisis actual en el seno de su partido, ya que dicha crisis repercute en el Gobierno. Los líderes de la Unión de la Libertad y del democristiano Partido Popular tratan de disuadir, no obstante, a Spidla de su intención de solicitar al Parlamento el voto de confianza.
"No consideramos que ese sea el mejor modo de cómo solucionar la crisis. En caso, no obstante, de llevarse a cabo el voto de confianza en el Parlamento, los diputados del democristiano Partido Popular están decididos a apoyar al Gobierno de coalición", aseguró Jan Kasal, líder de esa formación política.
La oposición, a su vez, sigue negando la confianza al Gobierno. Líderes del Partido Cívico Democrático, el mayor partido de oposición checo, recomiendan que la crisis sea solucionada por medio de elecciones parlamentarias anticipadas.