Los periodistas deben aprender a ser críticos
Con este nuevo espacio, Radio Praga trata de ofrecer un vistazo sobre lo que ha representado el proceso de transición en la República Checa. Este espacio está dedicado a todas las personas interesadas en conocer detalles sobre el paso de la dictadura comunista a la democracia, por lo que creemos que encontraremos muchos radioescuchas en Cuba, donde importantes sectores de la población se preparan también para un proceso de cambio pacífico en la Isla.
Uno de los denominadores comunes bajo todo régimen totalitario, sin importar su tendencia política, es la permanente falta de libertad de sus ciudadanos para expresarse libremente. En la entonces Checoslovaquia comunista, así como en el resto de los países del bloque soviético, los medios de comunicación eran sistemáticamente manipulados y censurados por los órganos del Estado para así evitar que las personas conocieran una realidad distinta a la oficial.
Los periodistas que antes de 1989 disentían del oficialismo podían ser expulsados del trabajo, eran perseguidos por la policía política o en algunos casos eran incluso encarcelados. Uno de ellos es la periodista y ex disidente checa, Petruska Sustova (56), que analiza hoy con nosotros el papel de los medios de comunicación tras la Revolución de Terciopelo de 1989, que puso fin a cuatro décadas de dictadura comunista en la República Checa.
Sra. Sustrova, muchos de sus colegas, al igual que Ud. hoy destacados periodistas, sufrieron en carne propia la represión del antiguo régimen comunista. ¿Cómo recuerda aquellos años?
"Eran tiempos difíciles. Por supuesto era muy peligroso lo que hacíamos ya que nos relacionábamos permanentemente con la oposición, con los movimientos Carta 77 y Comité para la Defensa de los Injustamente Perseguidos. Lo que hacíamos no puede ser considerado periodismo, de acuerdo a los patrones de una sociedad libre. Más bien nos dedicábamos a la recopilación de informaciones sobre casos concretos de personas que eran reprimidas o encarcelados por motivos políticos. Debo destacar que no tratábamos solamente de informar a la sociedad checa y a la comunidad internacional sobre lo que ocurría, sino, para tener una cierta sensación de legalidad, toda esa información la enviábamos a la Asamblea Federal, quienes luego la entregaban a la Stb (la policía política checoslovaca) y después éramos víctimas de diversas formas de represión. Registros domiciliarios, detenciones., etc."
Tras el desmoronamiento de los regímenes comunistas en Europa del Este, en 1989, ¿qué papel desempeñaron los medios de comunicación en el proceso de transición a la democracia?
"Los medios de comunicación se inclinaron rápidamente hacia el cambio, en un plazo de una semana, más o menos. Resulta que casi toda la sociedad estaba a favor del cambio y los medios eran un fiel reflejo de lo que ocurría. Recuerdo que el 18 de noviembre de 1989 con varios colegas creamos un centro de prensa independiente, en un período en que la televisión, los diarios y las radios eran aún controlados por el régimen y ocultaban lo que estaba sucediendo en las calles. Por supuesto que el alcance de nuestras publicaciones no fue tan grande como el de los medios oficiales, pero sin duda ayudó para que parte de la población se enterara de manera objetiva, con publicaciones tipo samizdat, que se estaba produciendo un cambio".
Entiendo que los medios desempeñaron un papel fundamental en ese período.
"Si, hasta hoy pienso que sin la ayuda de los medios de comunicación, la transición a la democracia en Checoslovaquia no hubiese sido posible. Este fue un fenómeno automático ya que según lo que he podido estudiar sobre la experiencia de otros países poscumunistas, en todas partes sucedió algo similar en los medios".
¿Está de acuerdo con que uno de los problemas que amenazan a la prensa y a los medios electrónicos durante los tiempos de la transformación es que los periodistas a veces apoyan al nuevo gobierno y sólo esporádicamente, o nunca, critican sus errores.
"Yo pienso que la situación de los periodistas tras los cambios es muy compleja, debido a la sicología misma del ser humano. Los periodistas generalmente están de acuerdo con el cambio y difícilmente son capaces de analizar la situación de una manera crítica. Existe por eso el peligro de que quien critica al nuevo gobierno sea señalado como partidario del antiguo régimen, lo que no necesariamente es cierto. Pienso que en todo proceso de transición debe transcurrir un período relativamente largo antes de que los periodistas se acostumbren a escribir de manera libre, es decir, que aprendan a criticar incluso al partido político por el que votan".
Analizando lo que ocurrió con los medios de comunicación en este país, ¿qué piensa que ocurrirá en países como Cuba tras producirse un cambio, un país donde existen importantes movimientos de periodistas independientes y se editan con frecuencia publicaciones de tipo samizdat?
"Yo supongo que ocurrirá lo mismo que en todos los países de Europa Oriental, es decir, los primeros años después de restablecerse la democracia se produce una verdadera explosión de periódicos, revistas y publicaciones de todo tipo. La gente comienza a experimentar una suerte de ansiedad por leer sobre temas que durante años era imposible, dada la censura. Y como no se produce una regulación muy violenta de los precios, la gente comienza a consumir todo lo que encuentra. Luego comenzarán a desaparecer de la escena los periodistas más agitadores, los poco objetivos o los comprometidos con el régimen, los medios se irán depurando y la calidad de las publicaciones aumentará. Todo esto sin duda ocurrirá también en países como Cuba".
Ya que estamos hablando de Cuba, ¿qué papel desempeñará la prensa que llega del extranjero, básicamente los periodistas cubanos que volverán del exilio?
"Ese es un factor importante de considerar. Sin duda volverá una significativa parte de periodistas del exilio. Los cambios que tienen lugar en el país son de igual interés para ellos como para aquellos que nunca emigraron, sin embargo, los primeros logran mantener mejor la objetividad periodística y mirar de manera crítica tanto la situación económica, cultural, como el proceder de los políticos con los que simpatizan y por los cuales votan".