La mezzosoprano Magdalena Kozená fue aplaudida por la abarrotada sala Dvorák
El público de la capital checa tiene muy pocas oportunidades de disfrutar del canto de la mezzosoprano checa Magdalena Kozená. El pasado sábado los melómanos capitalinos tuvieron la suerte de escuchar a la joven cantante que presentó con extraordinario éxito un recital ante la abarrotada sala Dvorák del Palacio Rudolfinum.
Acompañada por la Filarmónica de Cámara Praguense, bajo la batuta del francés Michel Swierczewski, Magdalena Kozená interpretó "Canciones Melancólicas de Amor", de Vítezslav Novák, arias de Mozart y obras de Joseph Haydn e Igor Stravinski.
Encontrar un hueco en la apretada agenda de la cantante y realizar el concierto en Praga fue casi un milagro: en noviembre Magdalena Kozená debutó en la Ópera Metropolitana de Nueva York en "Bodas de Fígaro", de Wolfgang Amadeo Mozart, y el 20 de enero la espera el primer recital en la neoyorquina Carnegie Hall y un concierto en San Francisco. En los próximos meses actuará en las casas opertísticas de Salzburgo, Munich y San Francisco. En otoño Magdalena Kozená regresará a Nueva York donde interpretará el papel de Varvara en la ópera Katia Kabanova, de Leos Janácek.