Resumen de la Prensa Checa
¿Beber o no beber alcohol en el bar del restaurante de la Cámara Baja checa? Esta parece ser la pregunta que tratan de resolver los legisladores checos después de que uno de los diputados del oposicionista Partido Cívico Democrático no asistiera a la sesión de la Cámara en la que se votaba sobre la reforma de las finanzas públicas presentada por el Gobierno.
El diario Mladá Fronta Dnes escribe que en la Cámara Baja hay, además de un restaurante, un pequeño puesto donde también se venden bebidas alcohólicas. Compañeros de partido del diputado Petr Kott, sostienen que el legislador no participó en la votación en la Cámara por encontrarse bajo los efectos del alcohol.
El oposicionista Partido Cívico Democrático pide "la cabeza" de su diputado, le han exhortado a abandonar el escaño parlamentario e incluso a dejar las filas de la formación, pero éste se rehusa, escribe el diario Lidové Noviny.
Por su parte, el diario Právo se dedica en primera plana al proceso contra nueve antiguos cabecillas de la policía política del desaparecido régimen comunista checoslovaco.
Catorce años después de la caída del comunismo en Checoslovaquia antiguos altos cargos y responsables de la operación "Saneamiento" se encuentran en el banquillo de los acusados.
De acuerdo con el diario, el objetivo de la operación fue hacer la vida imposible a los disidentes para que abandonaran el país. Los antiguos agentes de la policía secreta fueron acusados de abuso de poder y podrían recibir penas de hasta diez años de prisión, subraya el periódico Právo.
Otro de los temas abordados por la prensa checa es el anuncio de la extradición por parte de Tailandia de dos ciudadanos checos condenados en ese país por contrabando de heroína.
A mediados de los años 90 dos ciudadanos checos fueron detenidos en el aeropuesrto de Bankok con varios kilogramos de heroína en su poder. Fueron sentenciados a 50 años de prisión. Gracias a una amnistía Real la pena de uno fue reducida a 43 y la del otro a 25 años de prisión.
La extradición fue condicionada a que los presos deben cumplir la totalidad de las penas en su país de origen. La República Checa reconoció el fallo de los tribunales de Tailandia y los reclusos deberán cumplir el resto de la condena en prisiones checas.