"Huellas checas a orillas del río Amazonas"
Encontrar las huellas checas a orillas del río Amazonas, éste fue el objetivo de un ambicioso proyecto de expedicionarios checos que les presentaremos a continuación.
Puede ser que no sepan que al principio y al final del descubrimiento de la fuente del río más largo del mundo, el Amazonas, hay dos nombres checos.
El primero en determinar que la fuente del Amazonas se encuentra en el lago Lauricocha en Los Andes peruanos fue el misionero checo, Samuel Fritz, a finales del siglo 17.
Tres siglos más tarde viajó a la región del Amazonas la expedición Hatun Mayu, organizada por el geógrafo Bohumír Janský de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Carolina de Praga.
En julio de 2000 los participantes de la expedición concluyeron mediciones detalladas que localizaron las fuentes del Amazonas en la montaña Nevado Mismi, en el sur de Perú.
La denominación Hatun Mayu significa en quechua Gran Río. En 1707 vio la luz del mundo el primer mapa detallado de este gran río - ... del Amazonas. Su autor fue Samuel Fritz.
Durante los siglos las aguas turbias del Amazonas cambiaron varias veces el rumbo pero no borraron de la tierra los rastros de ese misionero jesuita, procedente del lejano centro de Europa.
¿Quién fue Samuel Fritz? ¿Por dónde pasó? ¿Dejó algún testimonio en la selva amazónica o cayó en el olvido? Estas y otras preguntas se plantearon la geógrafa y reportera Kamila Simková-Broulová y su esposo Vladimír Simek y así surgió el proyecto "Huellas checas a orillas del Amazonas. Tras las huellas de Samuel Fritz".
¿Qué es lo más impactante para ustedes en la obra de Samuel Fritz? Cedemos la palabra a Kamila Simková.
"Lo que es más impactante para mí personalmente en la vida y obra de Samuel Fritz es su voluntad, su actitud ante la vida, ante la gente más pobre. Samuel Fritz fue un estudiante muy talentoso y tuvo la posibilidad de trabajar en universidades famosas de Europa, pero él renunció a las comodidades y decidió ir a vivir entre los indios amazónicos. Y hay otra cosa que me atrajo, yo soy geógrafa y no puedo imaginarme hoy en día, en esta época de avances técnicos, como Samuel Fritz pudo hacer un mapa tan detallado en esas condiciones tan primitivas a finales del siglo 17, sin aparatos modernos, sólo con una brújula y un astrolabio primitivo. Ha sido una obra realmente admirable".
El interés los llevó a bibliotecas, archivos, y naturalmente allá donde el misionero pasó más de cuarenta años de su vida - en la cuenca del Amazonas.
En su expedición tras las huellas de Samuel Fritz recorrieron más de 20 mil kilómetros. Estudiaron y reunieron materiales en la República Checa, Francia, el Caribe, Ecuador, Perú, Colombia y Brasil. ¿Encontraron lo que buscaban?
"Estuvimos filmando en América del Sur durante casi cuatro meses, en la selva y también en Los Andes. Aunque es difícil, muy difícil, encontrar unas huellas después de trescientos años, puede decir que después de todo conseguimos encontrar algo. Por ejemplo, en Jéberos, un pueblito amazónico donde Samuel Fritz murió en 1725, encontramos en la iglesia un cáliz con la fecha 1692. Probablemente ése es el regalo que el virrey, conde de Monclova había dedicado al Padre Fritz. Samuel Fritz visitó al virrey en Lima en ese mismo año, por eso pensamos que esa piedra es su regalo. Sobre todo, quisimos encontrar un pueblo, una reducción fundada por Fritz. Sabemos que Fritz fundó aproximadamente cuarenta reducciones a orillas del río Amazonas y en las islas del mismo. Desgracidamente casi todas fueron destruidas por inundaciones o por los portugueses, y ya no existen. Pero a pesar de ello nosotros logramos encontrar una de ellas en Brasil, que se llama San Pablo de Olivencia y fue fundada por Samuel Fritz en 1694", dijo Kamila Simkova.
¿Se dió alguna situación, algún momento en el viaje que nunca olvidarán?
"Eso es difícil decir porque experiencias inolvidables hay muchas. La más grande fue probablemente en ese pueblo de San Pablo de Olivencia porque los maestros de la escuela secundaria de allí nos cantaron una canción dedicada al Padre Fritz, y esta canción la compuso un misionero en el siglo pasado en conmemoración del fundador de su pueblo, a Samuel Fritz. En la actualidad San Pablo ya no es sólo un pueblo, es una ciudad. Eso fue muy emocionante para ambos, para mí y mi esposo también", subrayó Kamila Simkova.
En América Latina el personaje y la obra de Samuel Fritz son altamente valorados. El historiador ecuatoriano Octavio Latorre, al referirse al misionero Samuel Fritz dijo que se trataba de "gigante entre los gigantes". En cambio, en su tierra natal, Samuel Fritz es casi un desconocido.
¿A qué se debe ésto? Preguntamos a la historiadora Simona Binková, que cooperó con los autores de la exposición con la parte histórica del proyecto.
"Creo que, parcialmente, es comprensible ya que prácticamente toda la actividad de Samuel Fritz se desarrolló en América Latina donde vivió casi medio siglo, hasta su muerte. Contribuyó para el mejor conocimiento de la inmensa región amazónica y, por eso, es conocido y su obra cartográfica valorada en amplios círculos latinoamericanos - su nombre lo conocen desde la costa pacífica, en el Perú y Ecuador, hasta la atlántica, en Brasil. Sin embargo, sólo pocos tienen una idea correcta de la procedencia del Padre Fritz - como originario de Bohemia. En Europa, contribuyeron a difundir su fama los científicos: el naturalista francés La Condamine del siglo XVIII que en sus investigaciones del Amazonas se apoyó en el mapa del P. Fritz cuyo original había conocido en Quito y se lo llevó a París. En los años de la II Guerra Mundial- fueron Josef y Renée Gickelhorn, naturalistas austríacos los que habían trabajado en la Universidad praguense alemana y, más tarde, en Viena. Pero, quizás, no fue ese el momento oportuno, ni el período inmediatamente siguiente, para reconocer los méritos de un oriundo de la parte fronteriza de Bohemia, en su mayor parte germanohablante. Fue tan sólo en los años 80 que se editó una traducción de una parte del diario de Samuel Fritz en checo y, luego, con las dos expediciones hidrográficas hacia las fuentes del Río Amazonas y con los documentales y el libro de los esposos Simek, que la importancia del personaje de Fritz empezó a penetrar más profundamente en la conciencia del público checo más amplio".
Samuel Fritz se inscribió en la historia del Nuevo Mundo no sólo como un excelente cartógrafo y como un luchador incansable por los derechos de los indios. ¿Cree Ud. que todavía se mantiene vivo su legado, a principios del siglo 21?
"Indudablemente. Es digno de respeto el ímpetu con el que se puso a su trabajo en condiciones nada fáciles, muy diferentes de la vida en un ambiente ilustrado de Centroeuropa de fines del siglo XVII. Hay que reconocer el valor humano de superar las dificultades naturales del ambiente y otras, imagínense sólo que el viaje de Bohemia hasta las misiones amazónicas duró más de dos años, abarcando el viaje terrestre hasta España, la navegación -llena de riesgos y peligros- a Cartagena de Indias (hoy Colombia) y de allí nueve meses de camino hasta Quito. Faltó todavía el último trecho - hasta las misiones apartadas de la Amazonía. Otro caso similar sería la navegación del Padre Fritz por el Amazonas, río abajo, hasta su desembocadura en Belém, miles de kilómetros, en un estado físico debilitado por enfermedad, pero cuyo resultado fue el primer mapa fidedigno de todo el río. De autoría de Fritz eran también varios vocabularios de las lenguas indígenas, lamentablemente desaparecidos hoy día. Pero tras todo eso sentimos una fuerza del hombre ávido de conocer, explorar y fijar el conocimiento tanto para sus contemporáneos, como para la posteridad. Por otra parte, Fritz no vaciló enfrentarse con la administración portuguesa del Brasil para defender a los indios de las misiones dirigidas por él y, a pesar de que hoy día pueda haber juicios críticos de las actividades eclesiásticas al servicio del esfuerzo colonizador de los países europeos en América Latina, hay que ver la cuestión en el contexto de la época. Lo que sí perdura hasta el presente de las actividades de Samuel Fritz - y de otros personajes similares -, es el anhelo de superar la ignorancia y el desconocimiento de realidades lejanas y el deseo de contribuir a un acercamiento mutuo, sin escatimar sacrificios personales".
Como fruto del proyecto "Huellas checas a orillas del río Amazonas" surgió un libro del mismo nombre, dos documentales y fue instalada una exposición itinerante que cuenta la vida y obra del misionero checo Samuel Fritz y de la expedición que siguió sus rastros en América Latina.
Después de viajar por varios lugares de la República Checa, la exposición se traslada ahora a Sudamérica. La primera parada fue Perú, siguen Colombia, Ecuador, Paraguay, Brasil, Chile y Argentina.
Junto con la exposición será proyectado el documental "Huellas checas a orillas del río Amazonas".