Proyecto "Exilio checo y eslovaco del siglo 20" rinde homenaje a los compatriotas en el extranjero
¿Exiliados o emigrantes? ¿Qué diferencia hay entre estos dos términos? ¿Abandonaron su país con la cabeza alzada o con los ojos clavados en el suelo? Fueron nuestros vecinos, sólo el destino los llevó fuera de su tierra natal. Y ella ahora está curiosa. A tono de estas palabras se desarrolla el amplio proyecto "Exilio checo y eslovaco del siglo 20", cuya primera etapa fue inaugurada con varias exposiciones en la metrópoli morava de Brno.
"Nuestro proyecto es a su vez un llamamiento dirigido a los compatriotas en todo el mundo. Quiere mostrar que el Estado tiene interés en que regresen a su patria y en que surja en el país una exposición permanente sobre la emigración checa y eslovaca", señaló el organizador principal, Jan Kratochvil.
Una sección de la exposición recientemente inaugurada en Brno está dedicada al exilio hacia Argentina. Entre los objetos expuestos se encuentra un estuche con tierra de la tumba del presidente Tomás Garrigue Masaryk que se llevaron los emigrantes checos en 1938. Para los compatriotas en Argentina es una reliquia que simboliza a su vieja patria, indicó Jan Kratochvil.
En el marco del proyecto "Exilio checo y eslovaco del siglo 20" fue abierta asimismo la exposición fotográfica "Los checos olvidados". La muestra de fotos documenta la vida de la minoría checa en la región de Banat, en Rumania, explicó a Radio Praga su autor, Pavel Hroch."Es una minoría que se mudó a esa parte de Rumania en 1827 o 1828. En ese tiempo la región formaba parte del Imperio Austro-Húngaro. Regularmente era gente pobre a la que el Estado austríaco prometió muchas ventajas si iban a colonizar esa región fronteriza deshabitada. Después se mostró que la vida era a lo mejor hasta más dura que en su país de origen".
La primera parte del proyecto familiariza al público con el exilio checo y eslovaco desde principios del siglo 20 hasta finales de los años cincuenta. La exposición se trasladará posteriormente a las capitales Praga y Bratislava, y seguidamente se presentará en los centros checos y a las asociaciones de paisanos en el mundo. Antes de 2008 debería establecerse en Brno un museo permanente consagrado al exilio.