2002 - Año negro para la economía checa
Año negro para la economía checa, así podría señalarse el 2002. Privatizaciones frustradas, enormes pérdidas en las exportaciones, huida de inversionistas extranjeros, un déficit récord del presupuesto estatal. En 2002 la economía checa ha registrado en su cuenta más pasivos que activos.
La productividad de la economía de la República Checa ha descendido considerablemente. La cifra que indica el crecimiento del Producto Interior Bruto durante el tercer trimestre acusa el peor resultado en los últimos tres años. El 1,5 por ciento va mucho a la zaga del 3 por ciento registrado en 2001.
La privatización proyectada de las grandes empresas estatales ha fallado en la mayoría de los casos. El intento del Gobierno de vender la empresa energética CEZ, el holding petroquímico Unipetrol, las empresas mineras o la compañía telefónica checa Ceský Telecom ha aportado en vez de pingües beneficios más bien deudas por la remuneración de los asesores financieros.
Los exportadores checos se vieron afectados duramente por el fortalecimiento de la moneda checa. Los primeros inversionistas extranjeros abandonaron el país para buscar mano de obra más barata en el Este o cedieron a sus proyectos. Este fue el caso de la compañía electrotécnica Flextronics que despidió a mediados del año miles de empleados anunciando el cierre de su planta en la República Checa en el futuro. Todos estos problemas fueron tapados a finales de verano por una catástrofe natural. Las inundaciones de agosto costarán otros millones de euros.
El presupuesto estatal terminará el año presente con un déficit récord que ronda casi 1, 7 mil millones de euros y también la deuda total del país subió a un nivel sin precedentes - a 12 mil millones de euros.
A pesar de todos estos índices negativos, los economistas modulan el balance del año 2002 a lo positivo: La República Checa aún logra esquivar exitosamente la recesión que rige en Europa Occidental.