Praga vista por el periodista cubano Carlos Franqui
El periodista, historiador y escritor cubano Carlos Franqui nació en 1921. Su vida es como una crónica de los altibajos de la historia del mundo de los últimos ochenta años. Creció bajo el régimen de Batista, combatió con Fidel Castro en la Sierra Maestra donde dirigió Radio Rebelde. Más tarde fundó el periódico "Revolución". En 1968 se fue definitivamente al exilio.
A comienzos de los años sesenta Carlos Franqui visitó por primera vez Checoslovaquia. Después de cuarenta años regresó. ¿Cómo ha cambiado Praga y todo el país en esos largos cuatro decenios?
"La Praga que yo vi en 1960 bajo el comunismo era una Praga con gente tensa, dramática, había mucha policía por todas partes, gran corrupción de parte del régimen. Yo vine con una delegación de periodistas y fuimos al hotel Jalta. Había un baile y había jóvenes checas muy lindas... La mayoría de los periodistas que venían conmigo eran bailadores y se pusieron a bailar. Y estaban muy contentos porque pensaban que van a tener un romance con estas muchachas. Pero cuando se terminó el baile como a medianoche los que dijeron las muchachas fue que si querían ir con ellas, eso les costaba un equivalente de treinta dólares. Entonces, como yo era el tesorero de la delegación vinieron a pedir el dinero. Yo dije que lo sentía pero no podía justificarlo y se fueron toda la noche a vivir con esas muchachas. Esas muchachas les contaron que la policía les permitía tener apartamentos, que ellas tenían que entregarle la moneda extranjera al jefe policíaco el otro día, que tenían que preguntarles a los extranjeros cosas políticas hacerles grabaciones y después entregárselas. Después de eso fuimos a las tiendas Tuzex donde sólo se podía comprar con moneda extranjera y efectivamente vimos a representantes oficiales haciendo los cambios".
Nada de ello podían observar los periodistas extranjeros en Moscú, recuerda Carlos Franqui, quien vino en los años sesenta a la Unión Soviética a entrevistar a Nikita Kruschev. Allá se organizaron para los periodistas visitas controladas a escuelas, universidades, fábricas, cooperativas. En Praga fue diferente.
"Aquí como la burocracia checa comunista era muy mala se les olvidó que nosotros habíamos llegado y por eso pudimos movernos por la ciudad y descubrir muchas cosas. La ciudad era realmente muy bella como siempre, pero no era lo mismo, era una belleza triste, ahora tiene una belleza libre. Praga es bella y es libre".
Curiosamente el mismo día que Carlos Franqui, llegó a Praga en visita oficial el Che Guevara.
"Y claro no ha habido nada, ni quería ver nada. Y cuando yo llegué a La Habana, en un consejo de ministros conté esta experiencia de Praga y Guevara dijo que yo era un mentiroso. Tuvimos una gran discusión. Años después tuvo que decir que el mentiroso había sido él. Eso me hace pensar siempre hablando de Guevara que después del fracaso de su aventura africana él vino aquí a Praga. Pero como reconoce el propio Fidel Castro en un libro, en realidad el Che no quería volver más a Cuba. Sí, casi tuvieron que obligarlo, quería ir directamente para la guerrilla porque habían entrado en conflicto".
Esta fue la primera visita de Carlos Franqui a Praga. ¿Y cómo ha sido esta segunda visita, 40 años después?
"Ha sido maravilloso. No es que haya podido ver mucho de la belleza de la ciudad, la he visto sólo a vista de pájaro. Pero como siempre espléndida. Y me voy de aquí no como otras veces con un recuerdo muy desagradable, ahora me voy con un recuerdo muy agradable".
¿Y cómo son los checos según Carlos Franqui? ¿Se les nota la diferencia tras cuarenta años?
"Creo que la esclavitud afecta a la gente en muchos aspectos. En los países donde hay tiranía, donde hay comunismo, normalmente la cara de la gente es tensa, se ve todo el mundo preocupado. Es difícil encontrar la distensión, que la gente sonría a simple vista en las calles. Y naturalmente había unos grandes privilegios entre los jefes comunistas, que vivían como grandes jerarcas, y el pueblo, que tenía que trabajar y obedecer. Ahora de lo que visto tengo una impresión diferente. Es claro que la herencia que deja el comunismo es difícil de superar porque es una herencia no sólo material sino espiritual. El comunismo destruye al individuo. Y cuando el individuo es libre le cuesta trabajo recuperar la idea de ser libre. En el comunismo es como si el estado fuera el papá de todos los hijos. Entonces, cambiar esa mentalidad es difícil, pero muy importante. Una sociedad sólo puede progresar con el esfuerzo de todos... en todos los órdenes de la vida".
Pese a todas las dificultades, la transición del comunismo a la democracia en la República Checa ha sido mucho más exitosa, opina Carlos Franqui, de lo que ha sido en otros países del antiguo bloque comunista. ¿Por qué?
"Quizá en primer lugar Checoslovaquia dependía menos de Rusia de lo que dependían otros países del bloque del Este. Creo que era un país con un gran desarrollo industrial, con una cultura con ciertas tradiciones, que pese a todo, el comunismo no pudo destruir. Creo que también el hecho de que tuvieran a Václav Havel como presidente ha contribuido muchísimo a crear un equilibrio, a resolver los problemas graves como la cosa con Eslovaquia de una manera pacífica y civil. También quizás el hecho de que la oposición checa fue muy importante, aunque no fuera grande, tenía menos problemas que países como Polonia, donde la oposición fue relativamente grande, pero había sectores muy diferentes, entre los obreros, luego los intelectuales, los católicos, y otros sectores de la sociedad polaca. Y eso ha hecho que en Polonia haya habido quizá más dificultades. También creo que el Partido Comunista polaco y de otros países rápidamente cambiaron de cara y se vistieron de socialdemócratas. Y como la gente estaba muy habituada a recibirlo todo del Estado - y esto fue una de las causas de la crisis del comunismo - al hacer los cambios eso le creó a parte de la población dificultades. Por esa razón votaron por los ex comunistas que ya no se dicen comunistas o no quieren establecer el comunismo, pero que tienen las viejas ideas".
Los países de Europa del Este ya han logrado sacudir la arbitrariedad del comunismo. La tierra natal de Carlos Franqui tiene este camino aún por delante. ¿Será difícil la transición a la democracia en Cuba?
"Los sistemas comunistas comienzan primero por acabar con toda la oposición. Después, en la segunda fase, paralizan todo y en la tercera y última todo se autodestruye desde arriba. Eso pasó en Rusia y el resto de los países. Lo mismo está pasando en Cuba, pero en condiciones mucho más dramáticas porque siendo un país pequeño y teniendo un caudillo que ha dado todas las estructuras al poder comunista, sustituyó el partido por el ejército y por la seguridad, pero que tiene al país como su finca y en 43 años ha destruido todo. Porque su idea era de que todo lo que había antes de él no servía. Había que destruirlo y hacerlo de nuevo. Y lo ha destruido, pero no lo ha hecho de nuevo. Y además dependía totalmente de la Unión Soviética porque era el caballo de Troya del comunismo; en el Tercer Mundo... en África, en una América Latina de guerrillas etc., los rusos invertían una cantidad de dinero en Cuba realmente impresionante, mantenían al país. Cuando eso se desplomó hubo una caída monstruosa de la economía y de la vida. También la gente empezó a pensar. Y a ese caudillo llamado Castro, como es un hombre que nunca ha tenido ideologías, sino poder, no se le ocurrió mejor cosa que llamar a los capitalistas extranjeros para hacer negocio con ellos asociándose porque sabía que no podía hacer funcionar la economía. De esa manera hacía que por ejemplo un lugar donde trabajaron 500 obreros y le paguen mil dólares de salario él cobra todo el salario y sólo le da al obrero el diez por ciento. A parte de lo que le produce la sociedad creó un apartamento turístico y económico que hace que los cubanos sin dólares estén fuera de la vida. Encima de eso los cubanos no pueden por ejemplo curarse hoy en las clínicas en dólares que tienen todo, van a la farmacia y no hay ni aspirina. En las escuelas los maestros no trabajan porque ganan 15 dólares al mes. Ahora son los estudiantes los que se han metido de maestros. Hay más de un millón de desempleados. La crisis es enorme, hay una gran represión, hay más de 300 presos políticos. Pero en los últimos tiempos se ha fortalecido una oposición y por primera vez más de 20 mil cubanos han tenido el coraje de desafiar el sistema firmando el Proyecto Varela sobre cambios democráticos para Cuba. Yo creo que próximamente va a haber un encuentro entre el régimen y la oposición. Todos sabemos que ellos serán derrotados. No sabemos, como decía Havel, ni cómo ni cuándo. Y la transición no será nada fácil porque hay una destrucción material, económica, moral y física de gran parte del país que exigirá un esfuerzo gigantesco para hacer los cambios".