Violoncelista chilena estrena en Praga obra de Gustavo Becerra
¿Qué significa para una intérprete chilena presentarse en Praga, más tomando en cuenta que tiene antepasados checos?
"Es muy emocionante ya que mis padres eran checos. Además, entre 1965 y 1967 yo estudié en Checoslovaquia con magníficos músicos. Hice un curso de postrado, saqué mi diploma".
¿Ha sido difícil desarrollar su carrera fuera de Chile?
"Yo estoy donde están los músicos y donde se hace buena música. Ya dejé de lado las nacionalidades, aunque tengo mucho carino por Chile... es el país donde viví mi infancia. Luego tengo mucho carino por la nación checa, hablo bien checo porque mis padres siempre hablaron conmigo el idioma, en fin. Además me une a este país el aspecto musical: conozco a una gran cantidad de músicos checos y me gusta mucho como se hace la música en este país. Sin embargo a Chile nunca regresé. Quizá porque he vivido dos grandes golpes en mi vida: el primero fue la invasión de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia, en 1968, y luego el golpe de estado en Chile en 1973. En ese momento me sentí como una huérfana... sin país".
¿Se podría decir que esos acontecimientos influyeron en su carrera musical?
"En esa época me encontraba sumamente desmoralizada, pensaba que como violoncelista se podía hacer muy poco. Además se juntaron mis obligaciones de madre y mi chelo quedó en el rincón. Empecé a buscar otros caminos y fue cuando en Alemania comencé a dedicarme a la pedagogía. Pensé que se podía hacer mejor labor con los ninos desde pequenos en el colegio. Trabajé en Alemania y Luxemburgo, pero luego retomé nuevamente mi chelo".
¿Le gustaría continuar su carrera en Chile?
"Bueno, si se me presenta una buena oportunidad, ahora en el ámbito de la pedagogía, por supuesto que si".
¿Cuáles son sus mayores suenos... qué le gustaría alcanzar?
"Es muy difícil. No me hago demasiadas ilusiones ni tengo muchos suenos. Yo estoy feliz de poder dar a conocer nuevas obras. Por ejemplo en Praga estrené una partitura para violoncelo sólo, del compositor chileno Gustavo Becerra, además presenté magníficas obras de Astor Piazzola y José Bragatto, de quien destaco "Graciela y Buenos Aires", por ejemplo.