La reforma del Ejército Checo está en peligro
El ministro de Defensa, Jaroslav Tvrdík, criticó ayer lunes en términos inusualmente contundentes la situación de las Fuerzas Armadas checas. Reconoció también que la falta de recursos puede poner en peligro la indispensable reforma del Ejército.
En su discurso de dos horas de duración, pronunciado en una reunión de los mandos militares en Praga, el ministro de Defensa, Jaroslav Tvrdík, criticó la falta de profesionalidad, la burocracia y la desidia de los militares. ¿Qué clase de Ejército es si no cumple las órdenes, las cuestiona y relativiza?", se interrogó el ministro, que instó a los militares a reformar en primer lugar su forma de pensar, a reducir la burocracia y responder con flexibilidad a las nuevas tareas. Con una sinceridad inusual en el escenario político checo, Jaroslav Tvrdík reconoció que la reforma de las Fuerzas Armadas -cuyo proyecto fue aprobado por el gobierno checo en agosto pasado- empieza a correr peligro por falta de finanzas. El dinero escasea debido a las inversiones extraordinarias impuestas por la lucha contra el terrorismo. En dos meses el Ejército gastó con esa finalidad 300 millones de coronas, equivalentes a 7,5 millones de dólares. Las Fuerzas Armadas invierten en el entrenamiento de las fuerzas especiales destinadas a luchar contra los terroristas, el Ejército se ha visto obligado a destinar sumas multimillonarias a la adquisición de equipos punteros necesarios para la detección de armas biológicas.
Las Fuerzas Armadas checas cargan, además, con el fardo del contrato con la empresa aeronáutica checa Aero Vodochody, heredado de los tiempos cuando el Ministerio de Defensa lo encabezaban políticos del democristiano Partido Popular. El contrato, cuyos términos son bastante desventajosos para el Ejército, estipula que las Fuerzas Armadas adquieran de Aero Vodochody 72 aviones subsónicos L-159. El Ejército ya sabe que no necesitará tantos aparatos -conclusión a la que también llegaron los expertos de la OTAN- y considera la posibilidad de vender los aviones excedentes al extranjero.Pero primero tiene que pagarlos. Las Fuerzas Armadas checas destinan anualmente al pago de los 72 aviones más del 70 por ciento de todas las inversiones militares y después ya no queda casi nada para la necesaria modernización del Ejército. El viceprimer ministro, Vladimír Spidla, reconoció que las condiciones de pago son desventajosas, pero el gobierno no ha hecho nada para renegociarlas.