Ciudadanos checos deportados a los gulags soviéticos serían indemnizados
Los ciudadanos checos que fueron deportados a los gulags soviéticos después de la Segunda Guerra Mundial, deberían ser indemnizados. Esto se desprende de un proyecto de ley presentado por un grupo de legisladores al Gobierno checo.
El borrador de la iniciativa estipula que cada persona que sobrevivió a los gulags, sería indemnizada con unos 325 dólares por cada mes que pasó en los campos de concentración soviéticos. A los descendientes de estas víctimas el Estado checo debería entregarles una indemnización equivalente a 3250 dólares. El periodista y escritor Vladimír Bystrov explicó a Radio Praga el trasfondo de estos tristes acontecimientos: "A diferencia de Eslovaquia, donde la KGB, en cooperación con la Policía Política comunista checoslovaca, deportó a la Unión Soviética a miles de eslovacos para la reconstrucción del país destruido por la guerra, en Bohemia y Moravia se trató más bien de purgas políticas llevadas a cabo con el fin de depurar al régimen comunista de los llamados focos de contrarrevolución. La deportación afectó sobre todo a los legionarios que durante la Primera Guerra Mundial lucharon en Rusia o antiguos miembros de los partidos conservadores y socialdemócratas. El grupo más numeroso fueron, no obstante, los emigrantes rusos, ucranianos y bielorrusos a los que la Checoslovaquia de Entreguerras otorgó la ciudadanía checoslovaca". Vladimír Bystrov recuerda también a las mujeres rusas que huyeron de los trabajos forzados en la Alemania nazi, se casaron con checos y sus hijos tuvieron la ciudadanía checoslovaca. A pesar de todo esto fueron de igual forma deportadas a los gulags. Se estima que de mil ciudadanos checos deportados entre los años 1944 y 1955 a la Unión Soviética, regresaron a la Checoslovaquia de entonces unas 150 personas de las que viven todavía apenas dos o tres. Se prevé que la indemnización favorezca a unas mil personas, aproximadamente.