Los pasajeros de los vuelos con destino a EE UU están obligados a descalzarse
Quitarse los zapatos o renunciar a su bolígrafo antes de abordar un avión. Estas son algunas de las medidas de seguridad a las que tienen que someterse los pasajeros en el aeoropuerto de Praga. El choque de una avioneta contra un edificio en la ciudad estadounidense de Tampa planteó nuevamente la cuestión de la seguridad en el transporte aéreo.
Después del intento de atentado a un avión en el trayecto París-Miami, el pasado mes de diciembre, también las autoridades del aeropuerto de Praga reforzaron las medidas de seguridad y el control de los viajeros antes de embarcarse en un avión.
Todos los pasajeros con destino a Nueva York están obligados a descalzarse para evitar la posibilidad de que oculten explosivos en sus zapatos. En el caso de los demás viajeros, este tipo de control se practica al azar.
El sistema de seguridad en el aeropuerto praguense garantiza también que todo el equipaje sea sometido a los rayos X. Las maletas sospechosas pasan por un control a varios niveles para eliminar todos los riesgos.
El equipaje de mano está limitado según la clase de vuelo, siendo el máximo dos bolsas por persona. El equipaje no puede contener ningunos objetos que puedan ser utilizados como armas, como por ejemplo cortaplumas, tijeras o incluso bolígrafos de metal.
Las Aeorolíneas Checas consideran la posibilidad de entrenar al personal de bordo en artes marciales y proveer de armamento a los asistentes de vuelo.
Los aeropuertos checos, a diferencia de los norteamericanos, no afrontan problemas causados por la fluctuación laboral y la baja remuneración de los empleados de los Servicios de Seguridad, que tienen como consecuencia el descenso de la vigilancia en los controles.