Nacionalidad europea: la elección de algunos checos en el censo

Foto ilustrativa: Gerd Altmann / Pixabay, CC0

Al rellenar el censo nacional, algunos checos han optado por declarar su nacionalidad como ‘europea’ en lugar de checa o señalar las dos. Para unos, identificarse con Europa es una decisión personal, mientras que otros lo consideran un disparate y esnobismo intelectual.

Además de las nacionalidades más tradicionales, como la checa, la morava o la romaní, en los formularios del censo nacional actualmente en curso aparece a veces rellenada la opción ‘nacionalidad europea'. Algunos checos han optado por expresar así su afinidad a otras naciones del continente. Y mientras que algunos afirman que la nacionalidad europea es aún más importante para ellos que la checa, otros no entienden sus motivos.

Tomáš Bederka,  foto: Universidad Carolina

Uno de los que indicaron ser de nacionalidad europea es Tomáš Bederka, un trabajador universitario. Según explicó a la Radio Checa, los checos se parecen a los europeos más de lo que piensan.

“Los europeos están más cerca los unos de los otros de lo que creen. Cuando uno viaja más allá de las fronteras de Europa o, más bien, más allá de los límites de la civilización occidental, se da cuenta de que las diferencias son mucho más marcadas. Cada persona tiene una identidad compuesta de varias capas y para mí la identidad europea es más importante que la checa”.

Formulario del censo nacional,  2021,  foto: ČSÚ

Del mismo lado del debate se sitúa también el eurodiputado Mikuláš Peksa del Partido Pirata, quien, a modo de explicación, resalta un paralelismo con Alemania.

“Yo creo que se trata de una manera de expresar una mutualidad más amplia dentro de Europa. Es algo parecido como cuando los alemanes indican que son tan sajones como alemanes. De la misma manera nosotros podemos indicar que somos checos y europeos al mismo tiempo”.

Mikuláš Peksa,  foto: ČT

Una vez publicada la información de que algunos checos consideran ser de nacionalidad europea, se alzaron voces en las redes sociales contra tal concepto, citando que al no ser Europa una nación, tampoco puede existir la nacionalidad europea. Otros, que por ejemplo cuentan con antepasados o familiares en diferentes rincones del continente lo consideran natural.

Los que se muestran a favor de la identidad europea o incluso alguna menos común apelan a la Carta de Derechos y Libertades Fundamentales. Esta establece que cada persona goza del derecho de decidir libremente sobre su nacionalidad. A diferencia de la ciudadanía, que constituye una relación legal entre el Estado y el individuo, sin importar la nacionalidad, y la cual uno no puede elegir.

Karel Höfer,  foto: Archivo del Partido Zelení

Según explica el analista político Karel Höfer, que seleccionó la nacionalidad checa al igual que la europea en el censo, también la percepción del concepto de nacionalidad difiere de país a país.

“Desde nuestro punto de vista, los checos declaran ser checos por haber nacido en el territorio de Chequia, hablar checo y tener una historia en común. Pero esto no se aplica a Bélgica o Suiza, por ejemplo. El significado de ‘nación’ puede ser muy subjetivo para cada uno”.

Lo que Höfer considera una declaración política y cultural con la cual se adhiere a valores como la libertad y la democracia, es para el eurodiputado Jan Zahradil (ODS) un asunto de altanería.

“Yo me río de ello e ironizo. Creo que se trata de una especie de esnobismo intelectual de algunas personas que creen que si ponen nacionalidad europea son algo mejor, que parecerán más progresistas dentro de la sociedad. Si alguien se siente marciano, que lo indique también”.

Jan Zahradil,  foto: Zdeněk Vališ

En medio de la polémica se alza el Instituto Nacional de Estadística como coordinador imparcial del censo. Su portavoz, Jolana Voldánová, asegura que los que han querido ser contados como europeos, lo serán, citando que la nacionalidad es un sentimiento y convicción personal.

Algunos checos optaron por incluir la nacionalidad europea o, por ejemplo, praguense, ya durante el último censo. No obstante, su número no fue lo suficientemente alto como para verse reflejado en la estadística pública. Cuánto ha cambiado la situación en los últimos diez años lo sabremos a finales de este 2021 cuando los estadistas deberían presentar los primeros resultados del censo nacional actualmente en curso.

Autores: Romana Marksová , Ladislav Novák
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