Muere el director de ‘El incinerador de cadáveres’

Juraj Herz, foto: Press Service MFF KV

A la edad de 83 años falleció este domingo el director, guionista y actor eslovaco residente en la República Checa, Juraj Herz.

Juraj Herz,  foto: Press Service MFF KV
Juraj Herz, uno de los más destacados representantes de la nueva ola del cine checoslovaco, murió a causa de una prolongada y grave enfermedad. Durante su carrera profesional rodó más de 30 películas, se podría decir que una cada año. La primera fue en el año 1965 la titulada ‘Rudezas colectoras’ (Sběrné surovosti), basada en un cuento del escritor checo Bohumil Hrabal, y que hasta la actualidad es considerada como una de las mejores adaptaciones fílmicas de la obra de este autor.

Herz fue uno de los cineastas checoslovacos que se vieron atraídos por el género del thriller psicológico. Testimonio de ello, entre otros, es su largometraje ‘El incinerador de cadáveres’ (Spalovač mrtvol), del año 1968, basado en la novela de Ladislav Fuks del mismo nombre, ‘Morgiana’, del año 1972, o ‘El vampiro de Ferat’ (Upír z Feratu),de 1981.

Juraj Herz reconocía que este género le atraía sobremanera. Se inspiraba supuestamente en la obra del cineasta Alfred Hitchcock, al que consideraba un director de cine genial e innovador en el tema de las películas de suspense, como comentó hace algún tiempo para la Radiodifusión Checa.

“Lo fundamental es la tensión. Considero que las mejores películas de suspense fueron rodadas por Alfred Hitchcock. En ellas no corre mucha sangre, pero todo el tiempo mantienen atento y tenso al espectador, que espera inquieto cómo se desarrollará la historia. El espanto está precisamente en la espera de lo que pasará, y uno sabe que algo pasará, y que será pronto. Y esta tensión, este espanto, que Hitchcock caracterizaba como suspense, es también para mí lo más importante”.

Juraj Herz,  foto: Alžběta Švarcová,  ČRo
Entre otras películas de Herz cabe mencionar el drama psicológico ‘Lámparas de petróleo’ (Petrolejové lampy), del año 1971, así como ‘El molino de Habermann’, de 2010. Este último narra la historia de la vida de un checo de origen alemán en la Checoslovaquia de antes, durante, y después de la Segunda Guerra Mundial. Este largometraje muestra algunas de las injusticias cometidas durante la expulsión de este país de los checo-alemanes después de la guerra.

En los años 70, durante el período de la llamada ‘normalización’ en Checoslovaquia, Juraj Herz rodó varios cuentos de hadas, para evitar rodar temas relacionados con la política, que podían ser prohibidos por la censura. Justamente por las limitaciones en el trabajo cinematográfico, Herz emigró en 1987 a Alemania, donde trabajó sobre todo para la Televisión. Después de la Revolución de Terciopelo de 1989 regresó a Checoslovaquia y vivió mayormente en Praga.

Juraj Herz nació en septiembre de 1934 en la ciudad eslovaca de Kežmarok en una familia judía. Durante la Segunda Guerra Mundial fue enviado al campo de concentración de Ravensbrück, experiencia que quedó grabada en su memoria y que plasmó más tarde en algunas de sus películas. Terminada la guerra, Herz estudió fotografía en Bratislava, pero luego optó por la dirección de cine, haciendo los estudios en Praga. En esta capital decidió quedarse a vivir al graduarse, pero los comienzos profesionales no fueron fáciles, según recordara hace años en la Radiodifusión Checoslovaca.

Juraj Herz y su pareja Martina Hudečková con el director de MFF KV,  Jiří Bartoška  (2010),  foto: Press Service MFF KV
”Con mi amigo, Honza Švankmajer, preparábamos la puesta en escena en el teatro Semafor, en Praga, de una obra que él dirigía, y que se titulaba ‘Cabezas almidonadas’. En mi tiempo libre, o sea cuando no me dedicaba a esa obra, trabajaba como iluminador para ganarme la vida, puesto que al comienzo no se nos pagaba por el trabajo artístico. Más tarde me dieron un rol en Fausto. Posteriormente, y ésa fue la decisión que marcó toda mi vida ulterior, acepté trabajar como director ayudante en los estudios cinematográficos de Barrandov”.

Hace ocho años Juraj Herz fue premiado con el Globo de Cristal en el Festival de Cine de Karlovy Vary (MFF KV) por su extraordinario aporte artístico a la cinematografía mundial. Herz fue galardonado por su obra asimismo con el premio cinematográfico nacional, el León Checo.