Mucha sal y poca energía en el menú de los hospitales checos

Foto: ČT

Una cuarta parte de los hospitales checos ofrecen a sus pacientes un menú con menos contenido calórico del necesario, y además ponen a los alimentos más sal de la recomendada. Es el resultado de la inspección sanitaria realizada en más de cien centros.

Vladimír Valenta,  foto: ČT24
Con el propósito de mejorar el nivel de la comida ofrecida a los pacientes en los hospitales, el Ministerio de Sanidad ha puesto recientemente un programa piloto de inspecciones para controlar la idoneidad de los menús de los centros médicos checos. Los primeros resultados han sacado a la luz algunos problemas, explica el director de la Inspección Sanitaria, Vladimír Valenta.

“En una cuarta parte de las instalaciones, concretamente en centros de maternidad, no se respetaba el aporte energético mínimo. Y además nos hemos encontrado relativamente a menudo con alto contenido de sal, casi el doble de lo indicado”.

La inspección sanitaria no ha querido hacer públicos los nombres de las instituciones, pero se trata de 33 hospitales, 25 maternidades y 53 centros de servicios sociales. De acuerdo con Valenta se trata de un programa piloto y los análisis no se realizaron de forma compleja, sino solo orientativa.

Los hospitales inspeccionados tendrán ahora la posibilidad de mejorar su menú, indicó el ministro de Sanidad, Svatopluk Němeček.

“De momento queremos hacernos cargo del tema poniendo los resultados del proyecto piloto a disposición de los directores de los hospitales y sus administradores, eventualmente con recomendaciones”.

Svatopluk Němeček,  foto: Filip Jandourek,  Radiodifusión Checa
El ministro confía en que con una mayor supervisión se reduzcan las quejas de los pacientes sobre la alimentación proporcionada en los hospitales, aunque en su opinión nunca podrá dejar de haber diferencias en cuestiones subjetivas como el sabor o la variedad.

El caso es que los centros hospitalarios y de servicios sociales serán a partir de ahora también el objetivo de las inspecciones de higiene, que hasta el momento se reducían a restaurantes, cantinas y establecimientos de comida rápida. El año pasado se realizaron más de 26.000 controles y se impusieron unas 5.300 multas por un valor total de 350.000 euros.