Ministerio del Interior checo descubre a otros agentes de la antigua policía secreta comunista
Al "cajón de los recuerdos" del Ministerio del Interior checo fueron a dar los expedientes de decenas de miembros de la antigua policía secreta comunista (StB) que había enviado el Ministerio de Defensa hace nueve años.
Resulta que el Ministerio del Interior de la República Checa descubrió la semana pasada a más de cien antiguos agentes de la policía secreta comunista que habían permanecido trabajando en la administración estatal por espacio de varios después de los cambios democráticos de 1989. Y la copa se colmó el fin de semana, cuando trabajadores de ese ministerio descubrieron a seis antiguos agentes más ocupando cargos en el Ministerio de Defensa.
El titular de Interior, Stanislav Gross, culpa de estos imperdonables errores a su antecesor de los años 1990 a 1992, Jan Ruml. Pero éste ha rechazado categóricamente la acusación.
"Considero que toda intención de culparme de ese error no es más que un ataque político dirigido principalmente por Václav Klaus y Milos Zeman con el objetivo de poner en entredicho mi trabajo en el Ministerio del Interior".
Después de que la "Revolución de Terciopelo" de 1989 propiciara la sustitución del sistema comunista por la democracia parlamentaria en la Checoslovaquia de entonces, se pretendía que todos aquellos que habían tenido algo en común con la dirección comunista o con la policía secreta no pudieran ejercer cargos estatales. Para ello, cada ciudadano del país fue sometido a la lustración, proceso de investigación de sus antecedentes comunistas, y luego de investigado recibió el documento acreditativo correspondiente que en unos casos fue positivo "mala cuestión- y en otros negativo, afortunadamente, ya que documentaba la "limpieza" del individuo requerida para ocupar cargos públicos. Los hechos de la semana pasada han venido a confirmar que "del dicho al hecho va un gran trecho", aunque era un secreto a voces que muchos funcionarios de los gobiernos que se han alternado desde 1990 se habían hecho con documentos de "lustración" falsos.
