Ex director de la factoría Skoda no colaboró con la Policía Política

Vratislav Kulhánek (Foto: CTK)

"No fui agente de la Policía política comunista", repitió hasta la saciedad Vratislav Kulhánek, antiguo director de la factoría de automóviles Skoda. El Tribunal de Praga dio la orden de borrar su nombre de la lista de antiguos colaboradores de la Seguridad del Estado, porque no existen pruebas contra él.

Vratislav Kulhánek  (Foto: CTK)
Quince años después de la "Revolución de Terciopelo" la sociedad checa sigue sacando fantasmas de los viejos armarios. Los colaboradores, o supuestos colaboradores de la nefasta Policía Política se vuelven noticia de la noche a la mañana, para en un par de días desaparecer de igual manera.

Quizá uno de los casos más conocidos es el de la actriz Jirina Bohdalová, una de las estrellas perennes de la farándula checa. Se demostró que nunca había colaborado con la Policía Política pero su nombre aparecía en la lista de antiguos agentes y no había, en aquel momento, instrumento legal para borrar su nombre de aquella "lista negra".

Este lunes, la jueza Dagmar Stadimisová, dio la orden de borrar el nombre del antiguo director de la fábrica de automóviles Skoda, Vratislav Kulhánek.

"En caso de que el nombre de alguna persona aparezca de manera arbitraria en la lista de colaboradores de la antigua Policía Política, y los tribunales así lo comprueben, se colocará una estrellita al lado del nombre, o se borrará según un veredicto del Tribunal", explicó la jueza Stadimisová.

El ex ministro del Interior checo Jan Ruml recordó que la ley de "lustración" que impide a antiguos oficiales de la Policía Política y ex cabecillas comunistas desempeñar cargos públicos fue en su momento muy revolucionaria, pero por lo visto no fue la solución absoluta.

En el caso del ex director de Skoda, los tres ex agentes de la desaparecida y temida Policía Política confesaron que habían mentido cuando escribieron en el protocolo que Vratislav Kulhánek colaboraba con ellos.

A lo largo de los años se ha sabido que muchos agentes mentían a la hora de anunciar que habían reclutado colaboradores, pues ellos tenían también que "aportar estadísticas" ante sus superiores.

Los especialistas en la materia coinciden en que los archivos de la antigua Policía Política del régimen comunista siguen siendo una especie de laberinto en que hay pistas falsas y con facilidad cualquiera se pierde.