Ministerio de Salud defiende la reforma del sector
Hace medio año entró en vigor en la República Checa la reforma de la Salud. A pesar de que la medida sigue provocando amplias críticas, el ministro de la cartera, Tomáš Julínek, está convencido de sus efectos positivos.
No obstante, los detractores de la reforma no cesan en sus esfuerzos de introducir cambios en ella. Argumentan que ésta afecta, sobre todo, a las familias con niños, los jubilados y los estratos sociales bajos.
Entre los críticos figura la Unión Profesional de los Médicos que organizó el lunes un seminario, al que invitó al ministro de Salud, Tomáš Julínek, quien aprovechó la oportunidad para defender la reforma.“Espero un debate constructivo sobre la reforma. Me comprometo a ofrecer a los médicos todos los materiales y documentos que necesiten para que puedan expresar sus observaciones y críticas. Quiero presentarles mis propuestas y explicarles los planes del Ministerio de cara al futuro”, dijo el ministro.
Las conversaciones, marcadas por acalorados intercambios de opiniones, no arrojaron resultado concreto alguno. Los médicos acusaron al ministro de mentir a los pacientes y condenaron el propósito del ministro de transformar a los hospitales universitarios en sociedades anónimas. Sin embargo, el presidente de la Unión Profesional de los Médicos, Milan Kubek, valoró el esfuerzo de Julínek, así como su promesa de estudiar las críticas presentadas por la Unión.
Desde inicios de 2008, cuando fue introducida la reforma, el Ministerio de Salud enfrenta duras críticas por parte de los pacientes, los médicos y la oposición política. Los pagos por atención médica son también motivo de discrepancias dentro de la coalición gubernamental, que a inicios de junio acordó introducir cambios en la reforma y exonerar de los pagos adicionales a los recién nacidos, a los niños menores de seis años y a los donadores de órganos.A pesar de las posturas negativas, el ministro de Salud, Tomáš Julínek, insiste en la necesidad de la reforma y la normalidad de su proceder. Asegura que los cambios propuestos por el Gobierno desaceleran la reforma y ponen en duda su principal objetivo de dinamizar la esfera de la Salud en la República Checa y convertirla en verdaderamente capitalista.