Miles de libros de la Biblioteca Nacional checa serán tratados químicamente en Alemania
La Biblioteca Nacional de la República Checa envió a Alemania este miércoles miles de libros para tratar la acidificación del papel.
El Ministerio de Cultura ha autorizado el uso de 233 000 euros para que la Biblioteca Nacional mande más de cuatro toneladas de libros a Alemania para ser tratados contra estos problemas de acidez. Dicho envío se produjo este miércoles, como declaró para la Radio Checa el director de la Biblioteca Nacional, Martin Kocanda.
“Hemos preparado 4500 kilos de libros para el envío. Estos libros se envían a Alemania, a la compañía Nitrochemie, que es donde tendrá lugar la desacidificación”.
Este primer encargo contenía concretamente 2200 kilos, y cuando estos sean devueltos, está planeado que un camión transporte otros 2300 kilos para llevar a cabo el mismo proceso.
Por el momento, los libros tienen que llevarse a Alemania porque en el territorio checo no existe ningún laboratorio que pueda cumplir los requisitos de la Biblioteca Nacional, que trabaja con grandes cantidades de libros y necesita que estén preparados lo antes posible, prosigue el director de la biblioteca.“A día de hoy, no existe en la República Checa ningún centro de trabajo que pueda cumplir nuestras peticiones, por lo que no nos queda otra solución que colaborar con nuestros socios extranjeros”.
No obstante, como apuntó Martin Kocanda, ya están planificando un centro especial que nacerá de una colaboración entre checos y eslovacos.
“Tenemos planes. En el futuro nos gustaría contar con nuestro propio centro para desacidificar libros, probablemente en colaboración con nuestros compañeros eslovacos. Este funcionaría para las necesidades tanto de la República Checa como de Eslovaquia”.
Un centro en la República Checa para tratar la acidez de los libros no solo sería mucho más barato, sino que a nivel logístico sería más sencillo de organizar.
En estos lugares especializados en la conservación y restauración de libros sumergen los ejemplares en un líquido especial que sirve para combatir la acidez, añadió Kocanda.“El papel ácido es necesario sumergirlo en una solución química que neutraliza esta acidez que contiene el papel”.
El proceso al que serán sometidos los libros de la Biblioteca Nacional les dará protección para los próximos diez años, aproximadamente. El primer lote debe estar terminado para principios de octubre, y el segundo, para finales de este año.
Los cambios en la tecnología de producción de papel que se dieron desde 1845 provocan que la acidificación sea algo que afecta principalmente a los libros editados a partir de esa fecha.
Según la Biblioteca Nacional, en su archivo tienen más de siete millones de libros posteriores a 1800, de los que un 96% necesitarán ser tratados de forma química para mantener a raya la acidez.