Medalla presidencial a cantante Karel Gott provoca controversia
Con motivo del aniversario 91 de la fundación de Checoslovaquia, el presidente checo, Václav Klaus, galardonó con la orden estatal a 23 personas. Entre ellos se encuentran tanto algunos perseguidos por el régimen comunista, así como el cantante Karel Gott, icono de la cultura de la República Socialista Checoslovaca.
El presidente Klaus destacó que el vocalista merece la condecoración por convertirse en una leyenda de la música popular checa y conseguir gran fama tanto en el país como en el exterior. Es decir, por su carrera profesional sin tomar en cuenta el ambiente político de aquella época. Así lo aceptó también el cantante.
“Tengo sensaciones ambiguas, pero prevalece lo hermoso, ya que la medalla, que he recibido del presidente, me la ha otorgado de hecho el público. El presidente Klaus lo subrayó, al decir que el galardón lo he recibido por haber alegrado con mis canciones a tantas personas”, resaltó el vocalista.
El crítico musical Jan Rejžek resaltó que Gott merece la medalla desde el punto de vista profesional, pero calificó de escandaloso el hecho de que un artista favorecido por el régimen comunista sea condecorado junto a algunos presos políticos de ese régimen en vísperas del vigésimo aniversario de la Revolución de Terciopelo.Entre ellos Zdeněk Kovařík, miembro de la resistencia ilegal, que tras el golpe de Estado comunista en 1948 ayudaba a refugiar a personas non gratas del régimen, por lo que fue condenado a 20 años de cárcel.
“Lo considero como un gran honor no sólo para mí, sino para toda nuestra organización. Estoy emocionado por mí y por mis compañeros con los que pasé varios años en la prisión”, expresó Kovařík tras recibir el galardón.
El presidente condecoró con la mayor distinción estatal, la Orden del León Blanco, a los pilotos héroes de la resistencia antinazi durante la Segunda Guerra Mundial a Otakar Černý, in memoriam, y a Imrich Gablech. Entre los galardonados se encuentran, además, científicos, médicos y deportistas.
Václav Klaus, conocido euroescéptico, aprovechó el Día de la Fundación del Estado Checoslovaco en 1918 para advertir del peligro del proceso de la integración europea.“Hoy día se está profundizando una erosión peligrosa como consecuencia del proceso de integración europea, que es cada vez más acelerado. Hay quienes dejan de considerar el Estado y sus instituciones como una unidad de la que se pueden fiar, con la que deberían identificarse y por cuyo desarrollo deberían esforzarse”, insistió.
La ratificación de Klaus representa el último obstáculo para la aprobación del Tratado de Lisboa. El mandatario pide incluir en el documento una garantía de que el mismo no anule los Decretos de Beneš. Estos aseguran que los alemanes expulsados de Checoslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial no pueden pedir sus bienes confiscados. El Consejo Europeo está deliberando sobre dicho tema este jueves y viernes en Bruselas.