Mayor esperanza de vida en Chequia, pero una población más envejecida

Foto: Filip Jandourek

En los últimos 25 años la esperanza de vida ha crecido en Chequia seis años para las mujeres y siete para los hombres. En buena medida debido a esta mejora ha aumentado la proporción de personas mayores de 65 años y el número de pensionistas ya supera al de niños menores de 14 años.

Foto: Filip Jandourek
Desde la caída del régimen comunista, hace 25 años, la sociedad checa ha cambiado de diversas maneras, pero quizás uno de los cambios más importantes sea el aumento de la esperanza de vida. El cambio de estilo de vida, el medio ambiente más limpio y los avances de la medicina han logrado que la edad promedio de fallecimiento de los hombres pase de 68 a 75 años, y de las mujeres de 75 a 81.

Esta tendencia, unida a la caída de la natalidad, ha provocado al mismo tiempo un envejecimiento poblacional. Mientras que en 1989 había por cada 100 menores de 14 años 57 mayores de 65, actualmente por cada centenar de niños hay 116 ancianos. Hace 25 años las personas de este grupo social constituían el 13% de la población, ahora son el 17%.

Tomáš Fiala, de la cátedra de demografía de la Universidad Económica de Praga, advierte que deberíamos evitar considerar esta realidad como algo negativo.

“Creo que habríamos de cambiar el clima de opinión actual, que no se debería hablar tanto de cómo aumenta el número de jubilados y la carga económica que esto supone. Tendríamos que celebrar que en el país se vive más tiempo, y recalcar que las pensiones no son ningún subsidio social, que los pensionistas son acreedores del Estado. El Estado no les da nada, les devuelve lo que han estado entregando a la sociedad, y trabajando en peores condiciones que nosotros”.

Tomáš Fiala,  foto: Archivo de Universidad Económica de Praga
De hecho la situación de los jubilados checos no es envidiable. Mientras que los sueldos medios han crecido desde el fin del comunismo un 50% en términos reales, las pensiones lo han hecho solo un 10%, con lo que los mayores cuentan ahora con una capacidad adquisitiva relativamente menor que la del resto de la sociedad.

De acuerdo con Fiala, los empresarios checos deberían tomar nota de la actitud que empieza a nacer en Europa Occidental y revalorar a los empleados de mayor edad.

“En el futuro la sociedad va a ser distinta, y muchos empresarios de los países occidentales ya se han dado cuenta y han empezado a investigar cómo aprovechar las habilidades de sus trabajadores de mayor edad, como su mayor lealtad y experiencia, es lo que se llama ‘age management’. Intentan crear las condiciones para que puedan trabajar más tiempo, para que por ejemplo no se jubilen de pronto sino que el horario de trabajo se les vaya acortando poco a poco. Creo que puede ser un buen ejemplo para la República Checa”.

Las pensiones y la inserción laboral no son los únicos retos de una población más anciana. Aunque se ha alargado también la edad en la que las personas mayores son autosuficientes, existe actualmente un gran déficit de residencias de ancianos para hacerse cargo de los que ya no pueden valerse por sí mismos ni pueden quedar al cuidado de sus familias. Durante el comunismo, unas 13.000 peticiones de ingreso en centros geriátricos eran rechazadas por falta de plazas, el año pasado fueron 60.000.

Foto: Comisión Europea
De acuerdo con los datos recabados por la Universidad Económica de Praga y el Instituto Eslovaco de Informática y Estadística, la evolución en la vecina Eslovaquia tras la separación de los dos países ha sido ligeramente distinta. La esperanza de vida de los hombres ha crecido desde 1993, pero menos, pasando de 68 a 72 años, mientras que la de las mujeres ha seguido una evolución similar a la de las checas, incrementándose de 76 a 83 años.