Lukáš Konečný pierde por puntos el título superwélter
El boxeador checo Lukáš Konečný fue derrotado este sábado por la noche en Kiev en la pelea por el título mundial unificado superwélter. Su rival fue el ruso Zaurbek Baysangurov, de 27 años, quien le ganó por puntos en una decisión unánime del jurado.
A los 34 años, no es mucha cuerda la que le queda al boxeador checo, aunque terminó la pelea de pie y después declaró que este traspié no tenía por qué significar el fin de su carrera.
Zaurbek Baysangurov, que ostenta un récord de 28 peleas ganadas, 20 por nocaut, y solo una perdida, retuvo así el título superwélter de la Organización Mundial de Boxeo y de la Organización Internacional de Boxeo.
Baysangurov dominó la mayor parte del combate y en el último round le hizo una herida a Konečný en la cara, cerca del ojo izquierdo, que sangró mucho.
En entrevista con la Radiodifusión Checa, Lukáš Konečný sostuvo que aunque dolorosa, es una derrota que no tiene que significar el fin de su carrera ya que a los 34 años, aún puede ofrecer más en el mundo del boxeo.“Es desagradable, incluso hace poco rato, en la soledad de la ducha, estaba pensando que se acabó, dejo el boxeo. Pero he ido meditando y quizás cambie de opinión. Me siento bien a pesar de haber perdido. Así que voy a ver, no es nada agradable, pero ahora tengo mucho tiempo para pensar en mi futuro”.
Respecto a sus ojos, marcadamente irritados y rojos en el transcurso y al finalizar la pelea, Lukáš Konečný dijo desconocer su dolencia.
“Pues no lo sé, desde los primeros golpes en el primer round que me arden mucho los ojos, parece que los tengo infectados o quizás alguna alergia, es muy raro, no sé qué me ha pasado”.
El récord de Konečný es de 48 peleas ganadas, 23 por nocaut, y cuatro perdidas, incluyendo la del sábado.
La pelea llegó hasta el último round y luego los jueces expresaron su veredicto, favoreciendo marcadamente al púgil ruso. La decisión de los jueces fue unánime, con un marcador de 117-111, 118-110 y 119-109 a favor del campeón mundial.Ahora Lukáš Konečný meditará sobre su futuro y quizás, con algo de suerte, se le presente otra oportunidad para ganar en el cuadrilátero la corona mundial que tanto anhela.