Los países del Grupo de Visegrado discrepan en Praga sobre la ayuda a Ucrania

La cumbre del Grupo de Visegrado en Praga

La agresión rusa contra Ucrania es una grave violación del Derecho internacional. A esa conclusión llegaron los primeros ministros del Grupo de Visegrado (V-4) este martes en Praga.

La reunión de los primeros ministros de Chequia, Polonia, Hungría y Eslovaquia, miembros del llamado Grupo de Visegrado estuvo marcada por las divisiones sobre la agresión de Rusia contra Ucrania.

Petr Fiala y Donald Tusk | Foto: Zuzana Jarolímková,  iROZHLAS.cz

Antes de empezar la reunión, en Praga este martes, el anfitrión Petr Fiala recibió por separado al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, dando a entender que, en lo referente a la ayuda a Ucrania, se trata de un aliado más cercano a diferencia de los homólogos de Hungría y Eslovaquia.

Si bien, los cuatro coincidieron en que Rusia ha violado el Derecho internacional y que están dispuestos a ayudar a Ucrania, Praga y Varsovia se unen en su firme y constante apoyo a Kiev que, contempla las entregas de armas, mientras que Budapest y Bratislava se limitan a la ayuda humanitaria y financiera.

Fico y Orbán insisten en que no enviarán armas a Ucrania

Después de la elección de Robert Fico, como primer ministro de Eslovaquia, que se sumó a las conocidas expresiones del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a favor de Putin, se sabía que la cumbre del Grupo de Visegrado sería complicada, según reconoció Fiala.

“No voy a ocultar que las opiniones del primer ministro de Hungría, y algunas de sus declaraciones que podemos calificar de simples provocaciones, ayudarán a mantener el nivel de cooperación que existía en el pasado”.

La cumbre del Grupo de Visegrado en Praga | Foto: Oficina del Gobierno Checo

El antiguo presidente checo Miloš Zeman se prestó para profundizar las divisiones que marcan al Grupo de Visegrado. Organizó en su despacho una reunión informal con los jefes de Gobierno de Hungría y Eslovaquia, como queriendo expresar que Moscú todavía tiene amigos en Europa central.

El primer ministro checo, Petr Fiala, y su homólogo polaco, Donald Tusk, destacaron la necesidad de un apoyo constante a Ucrania en todos los aspectos. Tusk llamó criminal de guerra al líder ruso Vladimir Putin y, según él, no hay duda de quién es el agresor y quién la víctima.

Fiala trato de encontrar puntos de coincidencia

La cumbre del Grupo de Visegrado en Praga | Foto: Ondřej Deml,  ČTK

Los primeros ministros de Eslovaquia y Hungría Robert Fico y Viktor Orbán, respectivamente, se mostraron cautelosos con la ayuda militar e incluso después de las negociaciones hablaron repetidamente de la necesidad de entablar conversaciones de paz lo antes posible.

Mientras Orbán trató de mostrar una actitud positiva al declarar ante los medios de comunicación que el Grupo de Visegrado vive y que es importante, la reunión dejó un sabor amargo.

En un intento por enviar una buena noticia, Petr Fiala repitió hasta la saciedad que, a pesar de ciertas diferencias, existían importantes puntos de coincidencia entre los cuatro jefes de Gobierno.

“Una de las cosas en las que coincidimos es que Ucrania necesita ayuda. Nuestros países continuarán ayudando, pero como es sabido existen diferencias muy claras sobre el tipo de ayuda que concederá cada uno de nosotros”.

El Grupo de Visegrado surgió en 1991 en una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de Checoslovaquia, Hungría y Polonia como una plataforma de cooperación regional para coordinar y acelerar el proceso de integración europea. Después de la partición de Checoslovaquia en 1993, pasó a ser una agrupación de cuatro países conocida también como V4.

Desde una perspectiva regional se dieron a conocer por sus posiciones comunes en temas de políticas comunitarias de migración y asilo. En bloque debatieron planes para reformar algunos aspectos del funcionamiento de la UE como, por ejemplo, un mayor control de las fronteras externas y la distribución de los fondos de ayuda para mitigar los efectos de la pandemia de COVID, entre otros. El tema en que más han sobresalido es tal vez la política migratoria comunitaria contra la que levantaron su voz de protesta por las cuotas de migrantes que proponía la Comisión Europea.

Autor: Freddy Valverde | Fuente: Český rozhlas
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