Los paisanos en Argentina aman el foklore checo

"Los paisanos en Argentina aman el foklore checo", expresó Zdenek Lycka, director del departamento de relaciones culturales y compatriotas del Ministerio de RR.EE. checo, quien a principios de diciembre visitó con el presidente del Senado, Petr Pithart, Brasil, Paraguay y Argentina.

La música checa goza en América de gran prestigio. En Brasilia, por ejemplo, vive una comunidad de músicos checos que ejercen como profesores, indicó Zdenek Lycka.

"Quisiera nombrar al profesor Met, quien enseña allí desde hace varios años, y he conocido dos o tres músicos checos más que dan clases en la capital de Brasil".

En Paraguay la comunidad checa fue suprimida fuertemente por los regímenes anteriores, afirmó Zdenek Lycka. Una situación diferente se le ofreció en Argentina, donde según algunas estimaciones viven cerca de 30 mil personas de origen checo.

"Son momentos emotivos cuando uno se topa con alguien que se llama Jorge Hrdlicka o Arturo Krivánek. Los jóvenes ya no hablan checo, pero tienen interés en aprenderlo".

Zdenek Lycka nos reveló que probablemente ya en marzo el Ministerio de RR. EE. checo enviará a Argentina un profesor de idioma checo. Se lo permite la resolución gubernamental del año 2000, según la cual es posible dirigir a las comunidades de paisanos hasta 12 profesores de checo al año.

El elemento checo en Argentina es muy fuerte, e incluso las generaciones jóvenes tratan de conservar las tradiciones de sus antepasados, subrayó Zdenek Lycka.

"Es impresionante mirar a los jóvenes como interpretan entusiasmados las danzas populares checas y cantan vestidos con los trajes tradicionales checos. Es algo que no se ve en la República Checa. Aquí nuestro folklore desaparece, y allá en Argentina vuelve a vivir. Algo parecido he podido observar sólo en EE. UU. Asistí en verano incluso a un concurso de belleza en el que las muchachas presentaban con mucho orgullo los trajes nacionales checos. Quizá en el mundo actual globalizado la vuelta a las raíces será el camino correcto. La cultura permanecerá como uno de los pocos puntos firmes a los que podremos sujetarnos", concluyó Zdenek Lycka.