Los fenómenos naturales del Bosque de Slavkov

Bosque de Slavkov, foto: CHKO Slavkovský les

Volcanes agonizantes, fuentes minerales, tremedales y una fauna singular conforman el misterioso ambiente del Bosque de Slavkov (Slavkovský les), situado en las Tierras Altas de Karlovy Vary (Karlovarská vrchovina). A este paraíso natural de Bohemia del Occidental les invitamos en esta edición de 'Radioviajes'.

El Bosque de Slavkov se extiende a lo largo del “triángulo balneario”, un territorio entre las ciudades de Karlovy Vary, Františkovy Lázně y Mariánské Lázně, que son conocidas por sus tratamientos termales.

Bosque de Slavkov,  foto: CHKO Slavkovský lesd
Las aguas minerales, que brotan a lo largo del Bosque de Slavkov, recuerdan el pasado volcánico de Bohemia Occidental y convierten el lugar en una zona singular, según explicó a la Radiodifusión Checa Václav Procházka, de la Casa de la Naturaleza en la reserva de Kladská.

“Uno de los motivos por los que el área del Bosque de Slavkov fue declarada en 1974 zona protegida fue la existencia de fuentes minerales. Esto influye positivamente también el bioclima de los balnearios y sus alrededores. El 52% de los 610 km² están cubiertos de bosques extensos y profundos”.

Las serpentinitas representan otro fenómeno natural de la zona. Estas rocas ígneas, que se caracterizan por un alto contenido de magnesio, se extienden a lo largo de 30 kilómetros desde la ciudad de Mariánské Lázně hasta el municipio de Bečov. Las rocas albergan diferentes especies endémicas poco comunes, como son los trollius, los lirios o las arnicas montanas. Las últimas protagonizan el emblema oficial del Bosque de Slavkov.

Todos los fenómenos naturales bajo un techo

El lugar más frecuentado de la zona es la reserva de Kladská, situada a 10 kilómetros de Mariánské Lázně. Este lugar con unas preciosas casas de madera del siglo XIX fue declarado en 1933 reserva natural protegida, debido a la presencia de pino negro, aliso común, cigüeña negra, urogallo común o martín pescador.

Bosque de Slavkov,  foto: Stephan Loh / Creative Commons 3.0 Unported
En Kladská es posible encontrar todos los fenómenos naturales del Bosque de Slavkov bajo un mismo techo. La Casa de la Naturaleza (Dúm přírody), inaugurada en 2013 por la Administración para la Protección de la Naturaleza y Bosques de la República Checa, ofrece una serie de exposiciones interactivas que por medio de pantallas, maquetas y proyecciones 3D muestran curiosidades sobre fuentes minerales, bosques, tremedales, es decir, zonas húmedas cubiertas de césped, y otros puntos de interés, explica Procházka.

“Podrán ver asimismo la actividad volcánica agonizante, no obstante, cerca de aquí la pueden ver de verdad. La ubicación de la Casa de la Naturaleza fue elegida de forma que conectara directamente con el sendero didáctico de Kladská, donde se pueden ver tremedales”.

El sendero didáctico de 2 kilómetros conduce alrededor del estanque de Kladská, que fue fundado en la Edad Media a fin de abastecer con el agua la aldea de Krásno, situada en la región de Sokolov. En aquel entonces se encontraba allí la segunda mina de estaño más grande de Europa Central. En cuanto a su extensión y la forma de construcción, el canal de piedra de 30 kilómetros representa una obra sin precedentes en su época. En 2014 fue declarado el Monumento Natural Nacional.

Fauna originaria de la Época de Hielo

El sendero proporciona a los visitantes muchos detalles sobre el Bosque de Slavkov, según apunta Jindřich Horáček de la Administración de la Zona Protegida del Bosque de Slavkov.

Bosque de Slavkov,  foto: CHKO Slavkovský les
“Los visitantes pueden ver los interiores de la zona de los tremedales, situados en la reserva conocida como Taiga, y llegarán a saber también cómo se cuidan los bosques y cuál es la armonía entre la protección de la naturaleza y el régimen económico del bosque. La vegetación forestal en la reserva de Taiga la conforman sobre todo pinos negros. Pese a su aspecto joven, algunos tienen hasta 250 años, ya que en esta zona los árboles crecen lento. Hay incluso áreas donde el entorno supuestamente no ha cambiado desde la Época Glaciar. Cómo no se podía cultivar la tierra, no había interés en intervenir en la zona”.

Los alrededores de los cenagales y tremedales destacan por la presencia del rocío de sol común, una especie de planta carnívora.

El pie de oso es el nombre de una planta fuertemente venenosa. Fue traída al territorio checo desde el Cáucaso con propósitos ornamentales, pero actualmente representa un peligro para todo el ecosistema, ya que invade toda la flora en sus proximidades. El líquido de la planta es peligroso asimismo para el hombre.

Otro lugar de interés del Bosque de Slavkov es el monumento natural Sirñák, situado al pie de Podhorní vrch, un antiguo volcán procedente de la época del Terciario. El lugar se caracteriza por su fuerte olor a azufre, cuyos brotes forman coloridos cráteres y calientan el agua superficial hasta la temperatura de 20 ºC.

Lesný,  foto: Pavel Halla,  ČRo
La cima de Lesný representa con sus 983 metros el punto más alto del Bosque de Slavkov. El sendero que lleva a su cima es rodeado por usnea, una especie de liquen cuya presencia indica un alto grado de la limpieza del aire.

En el monte de Lesný se hallan los restos de una base militar que servía durante la época comunista como observatorio de los aviones que cruzaban los aires de Alemania Occidental.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se asentó en Lesný una unidad militar nazi, encargada del servicio antiaéreo. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial convirtieron el área del Bosque de Slavkov en un lugar abandonado. Con la expulsión de los alemanes que vivían en la zona desaparecieron aldeas como Krásná Lípa, Vítkov o Vranov, entre otras, y en su lugar fue construido entre los años 1948 y 1948 un área de entrenamiento militar.

Para reanimar la zona, los comunistas construyeron en los años sesenta del siglo XX la aldea de Rovná, inspirada en los poblados soviéticos donde los obreros vivían bajo el lema: Trabajar juntos, vivir juntos y divertirse juntos.

No obstante, las duras condiciones climáticas provocaron la salida de muchos de sus habitantes. En 1989, el Estado Checoslovaco trasladó a las casas abandonadas a los checos que habían regresado desde su exilio en Volinia, en Ucrania.

El Bosque de Slavkov ofrece decenas de lugares de interés, fáciles de explorar gracias a una red de senderos turísticos y didácticos.