Los checos, los segundos en Europa menos morosos
Los checos cumplen y pagan sus deudas, según las estadísticas presentadas por la Cámara de Comercio.
La clave es la introducción de la llamada bancarrota personal, un mecanismo financiero que funciona ya 10 años en Chequia. Así lo detalla la vicepresidente de la entidad, Irena Bartoňová Pálková.
“De los 150.000 deudores que se acogieron a la bancarrota personal, un 56% acabó pagando la deuda en su mayor parte. Otro 25% la devolvió en su totalidad”.
La bancarrota personal debe ser autorizada por un juez, y en caso de ser aprobada, el deudor puede librarse de la deuda si a lo largo de cinco años paga al menos un tercio de la cantidad debida.Por otro lado, Pálková señala que las estadísticas a veces engañan. Cuando se comenta que unos 900.000 checos están bajo amenaza de embargo en la cifra se incluye, según sus palabras, a gente que ya sufragó el dinero gracias a la bancarrota personal e incluso deudores ya fallecidos.
Actualmente se discute en el Parlamento una nueva ley de insolvencia que haría todavía más fácil la liquidez de las deudas. Desde la Cámara de Comercio, Irena Bartoňová Pálková considera que la actual legislación funciona y que el cambio solo incrementaría la cantidad de dinero que los acreedores se quedan sin cobrar.
A su parecer la mejor medida a tomar es la prevención, ya que la escasa formación financiera de parte de la población lleva a que las consecuencias de pedir un crédito se tornen borrosas. Sería necesario evitar que los checos vean en los préstamos solo dinero rápido y que se orienten mejor a la hora de calcular plazos y tipos de interés.