Lo que no nos cuentan de Kafka
Se cumplen 140 años desde el nacimiento del famosísimo Franz Kafka. Con motivo del aniversario, conversamos con el literato Radek Malý quien reveló algunos detalles poco conocidos de la vida de este escritor praguense.
“En el mundo hispano, seguramente existe la idea de Kafka como un escritor genial pero menos se sabe de cómo llegó a serlo”.
El mito alrededor de Franz Kafka nos dice que era una persona extraña, triste, enferma, descontenta con su trabajo en una agencia de seguros y que se pasaba toda la vida escribiendo. A estas alturas, resulta increíble pensar que en realidad era un hombre de muchas aficiones: le gustaba ir al cine, se interesaba por la aeronáutica, le encantaba nadar y remar sobre el río Moldava, por las mañanas hacía ejercicio con la ventana abierta, no fumaba, evitaba el alcohol, el café y el té, y durante un tiempo fue vegetariano. Llevaba una vida que correspondía con su época, vivía igual que sus coetáneos. Y así lo quiere presentar el escritor y profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Carolina Radek Malý en su libro Franz Kafka, un hombre de su época y de la nuestra, que se tradujo al español como Franz Kafka, el hombre que trascendió su tiempo.
“En el mundo hispano, seguramente existe la idea de Kafka como un escritor genial pero menos se sabe de cómo llegó a serlo. ¿Era tan excepcional en el contexto de su tiempo? Un hombre de su época… Con esto me refiero al contexto de la joven Checoslovaquia y la minoría judía de habla alemana que entonces existía en Praga, cuyo miembro también era Franz Kafka. Era uno de entre varios escritores e, incluso, no podemos decir que entonces ya fuera el más famoso, más conocido. Pero, desde luego, era una persona interesante”.
Surgimiento de la leyenda
“Se adelantó a su época pero eso es lo que les pasa a los grandes escritores y justamente por eso son grandes”.
En su libro, Malý quería liberar a Kafka de la gruesa capa de interpretaciones y hablar de él como de una persona. La recepción masiva de la literatura de Kafka se produjo después de la Segunda Guerra Mundial y hoy en día es objeto de interés para los científicos, igual que para las masas de turistas que acuden a la capital checa. ¿A qué se debe esto, según Malý?
“Su muerte prematura es muy atrayente. No sabemos cómo habría terminado Kafka, qué habría hecho con sus textos, qué habría creado si hubiera terminado los últimos capítulos de sus novelas. Aquí se origina la leyenda. A su vez, hay que pensar en la postura editorial de Max Brod. Hoy en día lo vemos como el salvador y el mediador de la obra de Kafka, pero nos olvidamos de que también era su intérprete y yo hasta no tengo miedo a llamarlo ‘desinterpretador’. Su punto de vista es uno de muchos, pero se quedó reflejado en la postura de los especialistas y es difícil deshacerse de él”.
Añade Malý que otra razón por la que Kafka se volvió un fenómeno es la atemporalidad de sus textos. El experto dice que hoy en día los consideramos geniales porque leemos en ellos algo que en la época de Kafka no era posible. Se dice que pronosticó la Segunda Guerra Mundial o el terror de los campos de concentración. Lo cierto es que los sentimientos que Kafka describe en sus textos resonaron fuertemente en la sociedad del siglo XX.
“Se adelantó a su época pero eso es lo que les pasa a los grandes escritores y justamente por eso son grandes. No sabemos qué quería decir Kafka con sus obras pero ofrecen interpretaciones tan variadas que las podemos leer una y otra vez y encontrar siempre nuevas circunstancias. Kafka resonó mucho en Francia, en el contexto de la filosofía del existencialismo, esta recepción se reflejó también en EE.UU. La misma fama tiene asimismo en los países hispanohablantes. Creó algo único que no se había dado antes y lo sabía. A veces se habla de cierta forma de realismo mágico, lo cual correspondería con la recepción positiva en América Latina”.
“Praga es una madre con garras”. ¿Lo era?
“Creó algo único que no se había dado antes y lo sabía. A veces se habla de cierta forma de realismo mágico, lo cual correspondería con la recepción positiva en América Latina”.
En una carta a su amigo Oskar Pollak Franz Kafka dice: “Praga no te suelta. (…) Esta madre tiene garras. (…) Tendríamos que incendiarla por los dos lados, por Vyšehrad y Hradčany, después, quizá, sería posible escapar”.
Tal vez esta sea la cita más famosa de Franz Kafka con la que se presentaba en las cartas a sus amigos. Como advierte Malý, la declaración, no obstante, no concuerda en absoluto con la realidad, ya que Kafka, de hecho, abandonaba Praga de vez en cuando. Por ejemplo, visitando sanatorios y balnearios y eso incluso antes de ponerse enfermo de tuberculosis que, al final, fue la causa de su muerte prematura.
En su última relación amorosa con Dora Diamant, ya muy enfermo, estaba dispuesto a vivir en condiciones muy humildes en Berlín. Al mismo tiempo, los testimonios de Diamant revelan que no estaba tan apegado a Praga como lo parece. Incluso, la pareja soñaba con emigrar a Palestina y abrir allí un restaurante.
“A él le venía bien la imagen de complicado escritor intelectual, y la cultivaba. Eso no significa que no pudiera llevar una vida diferente y tranquila. Es cuestión de una época que ya no nos podemos imaginar. Llevar una correspondencia con la que una persona se presenta intelectualmente. Este tipo de comunicación nosotros ya no lo practicamos. Así que yo creo que es cuestión de la autoestilización. Parece que Kafka siempre se quejaba pero, en realidad, no tenía por qué”.
“Destruid mis manuscritos”. ¿Otra leyenda?
Como dice Radek Malý, Kafka era consciente de que creaba un estilo específico, algo que no tenía precedentes. Revela Malý que, incluso, se sabe del proceso de creación de su primer relato durante el cual Kafka se dio cuenta de que ese era el estilo en el que quería escribir. Ese relato se llama La condena y fue escrito de un tirón durante una sola noche. Sabiendo eso, resulta extraño que Kafka no quisiera publicar su obra, tal y como indicó en su última voluntad.
“Esa es la gran pregunta, si, de verdad, no quería que se publicara su obra. Hay varias teorías. Parece que es una leyenda cultivada a propósito. Parémonos a pensar. Si realmente no hubiera querido que se publicaran sus textos, ¿por qué no los destruyó él mismo? ¿Por qué los cede de forma tan dramática a Max Brod? Creo que, intencionadamente, sembró la semilla de una leyenda que se desarrolló maravillosamente en forma de un escritor cuya obra crucial se publicó sin su consentimiento después de su muerte. Parece que esa es otra leyenda”.
“Esa es la gran pregunta, si, de verdad, no quería que se publicara su obra”.
Radek Malý quería ofrecer a los lectores de su libro el primer encuentro con Franz Kafka. Por eso, eligió tanto fragmentos de textos muy conocidos como, por ejemplo, La metamorfosis, al igual que textos no tan famosos como Un artista del hambre o partes de sus cartas. Cada uno, según el autor, ofrece mucho espacio para contemplar lo que se está leyendo y resuena con nuestros tiempos.
A pesar de que Malý quiere presentar a Kafka, sobre todo, como un hombre y en su investigación hasta cierto punto desmitifica al genio, concluye que el resalto artístico y literario de Kafka es incuestionable y que su éxito no es en ningún caso una casualidad, sino todo un mérito.
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