Legisladores checos y la elección directa presidencial
Desde el Castillo de Praga donde tiene lugar este viernes la segunda elección del presidente de la República, se comunica con nosotros nuestra enviada especial, Pavla Jedlicková.
Figura entre ellos incluso uno de los candidatos presidenciales, la senadora Jaroslava Moserová.
"Yo siempre he sido partidaria de la elección directa del presidente aunque soy consciente de todos los escollos que conlleva. Pero en ningún caso promovería la elección directa ahora mismo, porque se trataría de un cambio constitucional que respondiera a intereses creados".
En esto coincide también el senador Martin Mejstrík, sin afiliación.
"Opino que la Constitución checa contempla bien la elección del presidente por el Parlamento y la preparación de la elección directa requiere tiempo y prudencia. No deberíamos cambiar la Constitución bajo presión y por ello opino que de manera directa deberíamos elegir al presidente dentro de cinco años".Miroslav Benes, diputado por el oposicionista Partido Cívico Democrático, advierte que si el Parlamento no es capaz de elegir al presidente, la elección directa es la única solución.
"Mi partido propuso la elección directa en el otoño del año pasado porque ya por aquél entonces veíamos que para las elecciones presidenciales no había un candidato incuestionable y temíamos que ocurriría precisamente lo que ha ocurrido: que la elección se vea acompañada por largas discusiones y a veces absurdos altercados verbales".
Y precisamente el "negocio" político en torno a los candidatos a la presidencia ha sido sometido a una dura crítica por parte de los ciudadanos checos. Esta crítica la rechaza Milan Koudelka, diputado por la gubernamental Socialdemocracia.
"Rechazo que el transcurso de la elección presidencial sea indigno, porque el hecho de que el presidente no haya sido elegido ya en la primera elección no es ninguna tragedia".
Petr Necas, diputado por el Partido Cívico Democrático, está de acuerdo con el diputado socialdemócrata.
"Simplemente no se ha logrado elegir al presidente en la primera elección, esto puede pasar. Hasta un candidato presidencial tan fuerte como lo fue Václav Havel, que además en 1998 fue el candidato único, necesitó dos rondas para ser elegido".
Con los legisladores conversó en el Castillo de Praga nuestra enviada especial, Pavla Jedlicková.