Senado rechazó prohibición de símbolos comunistas y nazis

En la República Checa no será punible la propagación del comunismo ni el nazismo. El Senado checo rechazó la respectiva enmienda del Código Penal propuesta por el senador, Martin Mejstřík.

La sesión del Senado, dedicada a la propuesta de ilegalizar los símbolos de ambas ideologías totalitarias, no sirvió a los legisladores para deliberar sobre el tema, sino para ajustar cuentas con el autor de la enmienda, Martin Mejstřík. Este senador enfureció a sus colegas del Partido Cívico Democrático, que disponen de la mayoría en la Cámara Alta. Durante las últimas elecciones presidenciales, Mejstřík rechazó apoyar al candidato de esa formación política, Václav Klaus.

Martin Mejstřík se convirtió durante la jornada en blanco de duras críticas personales. Los senadores le reprocharon militar, antes de los cambios democráticos en 1989, en la Unión Socialista de la Juventud y le acusaron que la enmienda le sirve de instrumento para su campaña electoral.

Mejstřík afirmó sentirse decepcionado por el transcurso de las deliberaciones.

“Estoy desilusionado porque la sesión se centró en mi persona. Lo considero un fenómeno típico checo y lamento que en este caso la animosidad personal triunfó ante las ideas. Estoy convencido que se trata de una venganza por mi comportamiento durante las elecciones presidenciales”, expresó Mejstřík.

Sus palabras las confirmó el senador Jaroslav Kubera, quien admitió que, en caso de que la enmienda fuera presentada por otra persona, tenía posibilidades de ser aprobada.

A su vez, el senador por el Partido Cívico Democrático, Josef Pavlata rechazó estos argumentos, asegurando que Martin Mejstřík persigue sacar provecho propio de la propuesta.

“Estoy en contra de la ideología comunista. Sin embargo, en este caso se trató de una clara autopropaganda en vista de las nuevas elecciones senatoriales. Contra el comunismo no se lucha de esta manera”, indicó Pavlata.

Así, la Cámara Alta rechazó la propuesta sobre la prohibición de los símbolos comunistas y nazis, a pesar de haberla aprobado ya en 2005. No obstante, la normativa topó entonces con el desacuerdo de la Cámara Baja.

Según la legislación vigente, en la República Checa es punible sólo aquella propagación del comunismo y nazismo que “probadamente” amenace los derechos y las libertades humanas.