Las poblaciones de castores prosperan en la República Checa
Las colonias de castores siguen expandiéndose en los ríos y arroyos de la República Checa.
El proyecto de monitorización se encarga de ir a las zonas donde se ha detectado la actividad de los castores y se estudia en el terreno los rastros que dejan los animales. Para ello, los científicos se calzan sus botas impermeables y caminan a lo largo de la orilla de los arroyos.
Los datos se registran para una posterior evaluación gracias a una aplicación, como explicó a la Radiodifusión Checa Aleš Vorel, encargado de la investigación.
Los científicos siguen el curso de los arroyos en las zonas donde se ha detectado la actividad, y a través de los datos que van introduciendo es posible delimitar más tarde en qué zonas habitan los castores.
“Hay un territorio delimitado por el que caminamos siguiendo el curso del agua y seguimos las actividades de los castores, que en invierno son más fáciles de detectar, y esos datos nos ayudan a localizar sus territorios”.
Una vez que se tiene toda la información, es posible comparar los datos actuales sobre la distribución y número de estos animales con los datos que se obtuvieron otros años, de modo que los investigadores pueden conocer la evolución de la población de castores en la República Checa, como añade Aleš Vorel.“Estamos buscando la distribución de sus territorios actuales para después poder compararla con los datos históricos de la presencia de castores, porque en esta zona los controlamos desde el año 1992”.
La población de castores en Chequia comenzó a descender en el siglo XVIII debido a la actividad humana, hasta tal punto que llegó a extinguirse dentro del territorio checo.
Tras su reintroducción en Austria, los castores volvieron a aparecer en la República Checa en los años 70, donde comenzaron habitando Bohemia del Sur y las poblaciones alrededor del río Moldava.