Las mejores películas checas de la década
El cine checo de los últimos diez años ha sido prolífico y virtuoso y ha acaparado premios en distintos certámenes del mundo. Y lo que es mejor, ha sabido enganchar con su público natural, el checo, en una simbiosis mágica en la que destacan nombres como el de Petr Zelenka y Jan Hřebejk, pero también Bohdan Sláma, la revelación de la década, y algunos veteranos, como Jiří Menzel y Jan Švankmajer. A continuación revisamos algunos títulos fundamentales de la década que termina.
Pero antes, vale la pena recordar unas palabras del cineasta Petr Zelenka, uno de los más exitosos realizadores de la década en el país.
“Lo que de verdad es especial aquí en mi país es que al público le gustan las películas checas. Lo que es bueno, porque tenemos un gran apoyo de la audiencia. Todos los años, entre las diez películas más vistas, al menos cinco son checas, e incluso las tres primeras pueden ser nacionales. Lo que es increíble. Significa que las películas checas tienen más público aquí que series del tipo ‘La Guerra de las Galaxias’ o ‘El Señor de los Anillos’ o alguna de esas”.
Entonces, están avisados: los checos adoran su cine, las películas checas son siempre las más vistas, y la producción cinematográfica local es una de las más fructíferas a nivel continental.Los entendidos dicen que en Europa, después de Francia, son los checos los que más disfrutan de su propio cine, así que son centenares las películas checas que se han estrenado estos años.
El mejor barómetro para discernir cuáles son las películas checas más destacadas de la década es el premio fílmico por excelencia del país, el León Checo, una suerte de Oscar local.
No es de extrañar que tanto Jan Hřebejk como Petr Zelenka, dos de los talentos más reconocidos y admirados del cine checo, tengan dos películas cada uno en la lista de ganadores del León Checo a la mejor película durante la primera década del milenio.
Lo que sí resulta extraño es que no figure en ella Jan Svěrák, el otro gran referente cinematográfico del país.‘Un Mundo Azul Oscuro’ (Tmavomodrý Svět), el siguiente largometraje de Svěrák después de su consagración mundial con la oscarizada ‘Kolja’ (1996), fue la gran perdedora de los Leones Checos de 2002.
Ese año venció Petr Zelenka con la que es, quizás, su obra maestra: ‘El Año del Diablo’ (‘Rok D’abla’), que además es uno de los largometrajes checos más premiados de la década y uno que seguramente se convertirá en un clásico.
‘El Año del Diablo’, un falso documental que narra las vivencias de un cantante alcohólico y una banda de folk rock en busca del despegue definitivo, obtuvo el máximo galardón en Karlovy Vary, el Globo de Cristal, hazaña que contados realizadores checos han conseguido.
Decía Zelenka sobre ‘El Año del Diablo’: “Para mí, esta película trata fundamentalmente sobre dos temas. Uno es el contacto con un milagro. El otro es cómo el encuentro entre personas influye en la vida de cada individuo. Conoces a alguien y sabes que tu senda en la vida cambia de dirección. A veces te lleva a otro lado, a veces te hace volver sobre tus pasos”.Y volviendo a Jan Svěrák, en 2008 también era favorito con ‘Botellas Retornables’ (‘Vratné Lahve’), pero de nuevo fue derrotado, esta vez por la muy intimista ‘Secretos’ (‘Tajnosti’), una pequeña película de Alice Nellis.
La coincidencia quiso que ‘Secretos’ fuera un filme producido por Svěrák, y Alice Nellis, en la ceremonia de premiación, recordó a su benefactor.
“Me siento feliz y orgullosa. Los premios a la mejor película y a la mejor fotografía son prestigiosos. Quisiera agradecer especialmente al productor de mi película, al cineasta Jan Svěrák, por su labor, apoyo y confianza. Hizo por mí algo que otros colegas difícilmente harían”, dijo Alice Nellis.O sea que Jan Svěrák no ganó ningún León de Oro esta década, pero fue una figura que siempre estuvo presente.
Volvamos a los ganadores, entonces. Decíamos que Zelenka triunfó con dos largometrajes. Después de ‘El Año del Diablo’ obtuvo la consagración nacional con ‘Los Karamazov’ (‘Karamazovi’), basado en la inmortal novela del ruso Fiodor Dostoyevski.
En una entrevista con Radio Praga, Zelenka daba algunas pistas para enfrentar un desafío semejante.
“La clave para adaptar a Dostoyevski en teatro o cine y salir bien librado es simplificarlo. Él es un artista tan grande que incluso si lo reduces, es posible que te quede un trabajo bastante poderoso. Esa es la magia de Dostoyevski”.
De Jan Hřebejk, prolífico realizador que durante la década ha estrenado nada menos que ocho largometrajes, imposible dejar de mencionar una de sus películas más memorables, ‘Lo Mejor de Nosotros’ (‘Musíme si Pomáhat’), ganadora del León Checo en 2001, es decir, inaugurando la década.El famoso actor Bolek Polívka, protagonista tanto de ese filme como del siguiente de Hřebejk, ‘Pupendo’, que no atrapó al León pero sí fue sensación de crítica y taquilla, analizaba su rol en ambas cintas.
“Siempre me preguntan que cuál es el sentido de mi actuación, y yo siempre respondo que yo no hago mensajes, que yo actúo. Yo no buscaría ningún mensaje, sino tal vez la capacidad de Hřebejk, Jarchovský y su equipo de sentir la época y recrearla de la manera más tangible y de hacer que nos acordemos de hasta los más mínimos detalles”.
La dupla Hřebejk-Jarchovský también se alzó con el León Checo en 2005, con ‘Horem Pádem’ (‘Up and Down’), otra comedia agridulce, marca de la casa. Petr Jarchovský, el guionista, explica algunas claves.“El humor es para nosotros un medio de decir cosas amargas y tristes. Porque si lo dijésemos amargo tal cual se convertiría en una píldora difícil de tragar”.
Que Hřebejk y Zelenka hayan cosechado éxitos con sus largometrajes no fue ninguna sorpresa, ya que en la década de los 90 habían insinuado mucho de lo que eran capaces.
Así que, sin lugar a dudas, la aparición fulgurante del cine checo de esta década se llama Bohdan Sláma.
Es el responsable del filme checo más premiado de los últimos tiempos, ‘Algo Parecido a la Felicidad’ (‘Štěstí’), que narra una historia mínima, que llega a doler de trágica y que se pega al alma con ese aliento indeleble que tienen las obras maestras. Sláma dice de su obra:
“Para mí lo más importante es el argumento. Lo que trato de hacer es contar una historia con personajes que tienen problemas normales, que cualquier ser humano puede tener. Y lo que me interesa es retratar personajes que no son grandes héroes, como esos de los filmes de Hollywood, sino seres de carne y hueso que tratan de encontrarse a sí mismos. Esa es la clave, lo que siempre estoy tratando de hacer”.Otra cinta de Sláma que debió llevarse el León Checo fue ‘El Maestro Rural’ (‘Venkovský Učitel’), desbancada este año por ‘Los Karamazov’, de Zelenka.
Pero no podemos olvidar a dos viejas glorias del cine nacional que durante esta década sin nombre, la primera del milenio, vivieron un casi milagroso renacer.
Jiří Menzel es uno de los artistas más queridos del país, su colaboración mítica con el gran Bohumil Hrabal ya le valió un Oscar al cine checo en 1968 con ‘Trenes Rigurosamente Vigilados’ (‘Ostře Sledované Vlaky’).
En 2007, Menzel obtuvo el León Checo con ‘Yo que he Servido al Rey de Inglaterra’ (‘Obsluhoval Jsem Anglického Krále’), también basado en una novela homónima de Hrabal que si no han leído, deberían ir a la librería más próxima y comprarla.Decía Menzel sobre esta obra y los premios: “Mi película está destinada al público más amplio. Tanto más me agrada que sea recibida positivamente también por la crítica. Esto sucede raras veces. Generalmente las opiniones del público y de la crítica difieren”.
Pero más inesperada aún resultó la premiación, en 2002, de ‘Otesánek’, del genio loco de la animación checa, Jan Švankmajer.
‘Otesánek’ es otra de las pesadillas surrealistas e indescriptibles tan del gusto de un realizador al que los premios no le agradan.
“Los premios se basan siempre en una elección democrática. Pero el arte no tiene nada que ver con la democracia, es una cuestión subjetiva. Por eso prefiero cuando mi película es apreciada por una persona concreta que conozco y estimo”, asegura Švankmajer.
Y para el final dejamos al León Checo más sorpresivo de todos, el de 2004. Ese año ganó Vladimír Morávek con ‘Aburrimiento en Brno’ (‘Nuda v Brně’), un verdadero outsider, una peli pequeña, en blanco y negro, de bajo presupuesto, sin estrellas y rodada en Brno.Pero que impactó por una mezcla de gran guión, personajes creíbles y una sólida banda sonora.
Aún falta saber qué cinta checa se llevará el León en 2010. Y todavía no hay ninguna favorita clara. Así que les mantendremos informados.
Las películas ganadoras del León Checo:
2001: ‘Musíme si Pomáhat’, de Jan Hřebejk (‘Divided We Fall’, en inglés. Traducida como ‘El Amor en Tiempos de Odio’, en México, y ‘Lo Mejor de Nosotros’, en Argentina).
2002: ‘Otesánek’, de Jan Švankmajer (‘Greedy Guts’, título internacional en inglés).
2003: ‘Rok D’abla’, de Petr Zelenka (‘Year of the Devil’, título internacional en inglés; ‘El Año del Diablo’, en español).
2004: ‘Nuda v Brně’, de Vladímir Morávek (‘Boredom in Brno’, título internacional en inglés; ‘Aburrimiento en Brno, en español).
2005: ‘Horem Pádem’, de Jan Hřebejk (‘Up and Down’, título internacional en inglés).
2006: ‘Štěstí’, de Bohdan Sláma (‘Something Like Happiness’, en inglés; ‘Algo Parecido a la Felicidad’, en español).
2007: ‘Obsluhoval jsem Anglického Krále’, de Jiří Menzel (‘I Served the King of England’, en inglés; ‘Yo que he Servido al Rey de Inglaterra’, en español).
2008: ‘Tajnosti’, de Alice Nellis (‘Little Girl Blue’, en inglés; ‘Secretos’, en español).
2009: ‘Karamazovi’, de Petr Zelenka (‘The Karamazovs’, ‘Los Karamazov’).