La Universidad Carolina de Praga es la mejor de toda la República Checa
Las universidades checas a examen, el aumento de las jubilaciones anticipadas debido a la crisis y un insólito error médico sin consecuencias de gravedad aparecen en la prensa checa de este lunes.
La mejor Universidad checa es la Carolina de Praga, según Hospodářské Noviny. El diario publica un suplemento especial anualmente coincidiendo con el periodo de nuevas inscripciones para el próximo curso.
Según el criterio del periódico, la Universidad Carolina de Praga vence en cinco de nueve categorías: medicina, economía, química, informática y derecho.En las cuatro restantes, la Universidad Técnica Checa en Praga se alza como la mejor del país en ingeniería y arquitectura, mientras que la Masaryk de Brno lo es en sociología y psicología.
“Los checos solucionan la crisis con la jubilación anticipada”, titula Lidové Noviny a tenor de las estadísticas. En 2009, más de 32.000 personas se acogieron a esa opción que permite la ley.
En total son ya más de 350.000 personas en el país que eligieron dejar de trabajar antes de los 65 años, la mayor cantidad en la historia de Chequia.Un crecimiento mayor de jubilaciones anticipadas se está produciendo desde que empezó la crisis económica por temor a quedarse sin trabajo en el actualmente inestable mercado laboral. Al Estado le costaron las jubilaciones prematuras en 2009 más de 120 millones de euros. Casi un tercio más que hace solo dos años y más del doble que en 2004.
Otro efecto de la crisis, bueno para la salud en este caso, es la disminución de las ventas de tabaco. Con respecto a 2008, las ventas cayeron el año pasado un seis por ciento, publica Mladá Fronta Dnes.Alrededor de mil millones menos de cigarrillos encendidos, según el estudio de la compañía Patria Finance. Además de la crisis, el encarecimiento del tabaco, están detrás de los resultados, y en ningún caso la intención de llevar una vida saludable dicen los expertos.
Una mujer pasó cinco meses con una espátula quirúrgica de 28 centímetros en el abdomen después de que unos médicos la dejaran olvidada tras una operación en el hospital de Ivančice, en el este del país, publica Lidové Noviny.
Cinco meses después de la intervención quirúrgica, la mujer se seguía quejando de dolores, pero su estado no revestía gravedad como para ser ingresada de nuevo, argumenta Jaromír Hrubeš, director del centro de salud.Según Hrubeš, “estas situaciones pueden llegar a producirse, por desgracia, pero basta una radiografía de control para dar con el problema”. En defensa del cirujano que dirigió la operación, recuerda el director del hospital, que en su larga carrera de 40 años nunca había cometido un error semejante, y que para dicha intervención, de gran dificultad, se utilizaron unos 300 instrumentos.