La Unión Europea trata de "reparar" una fractura histórica

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En noviembre Praga se convirtió en sinónimo de la ampliación de la OTAN, ahora todo parece indicar que Copenhague pasará a la historia como la ciudad de la ampliación de la Unión Europea.

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Ocho países poscomunistas: Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Letonia, Lituania, Estonia y Eslovenia, además de Chipre y Malta forman la decena de adeptos que desean engrosar las filas de la Unión Europea.

El primer ministro danés y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Anders Fogh Rasmussen, dijo este jueves durante la inauguración de la cumbre que se trataba de la última batalla negociadora entre los Quince y los diez candidatos, recordando que su tarea «consiste ante todo en reunificar Europa», una empresa de la que «todos nos beneficiaremos».

No obstante, resulta interesante el hecho de que en los países comunitarios existe un alto grado de desconocimiento sobre los nuevos países. Una encuesta de la Comisión Europea corroboró el alto nivel de ignorancia, apatía y hostilidad de los ciudadanos de la Unión ante la ampliación. El 40 por ciento de los encuestados fue incapaz de nombrar uno solo de estos países candidatos y sólo el 12 por ciento se declaró a favor de su ingreso inmediato.

Anders Fogh Rasmussen,  Foto: CTK
Al referirse a la postura de la República Checa ante la Unión Europea, el principal negociador checo, Pavel Telicka, explicó que Praga dispone de muy buenas condiciones para su ingreso en la comunidad.

"Considero que nuestra postura es bastante buena, además presentamos solicitudes legítimas. Nosotros no dependemos explícitamente de Polonia. No debe creerse que se trata de una especie de rompehielos que viene abriendo camino y los demás le siguen. Tenemos exigencias y necesidades propias", explicó el negociador checo.

Entre los países candidatos, Polonia es el mayor y desde el punto de vista geopolítico el más importante de los adeptos. Varsovia ha presentado una serie de exigencias en el sector agricultura que han topado con cierto rechazo por parte de los Quince.

Los analistas internacionales coinciden en que la ampliación de la Unión Europea es una especie de "reparación" de una fractura histórica. Trece años después de la caída del comunismo, la apertura hacia el Este consagra la reunificación del Viejo Continente. Primero se amplió la OTAN y ahora toca el turno a la Unión Europea.

Autor: Federico Picado
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