La tradición de la Pascua checa no se pierde
Nuestros antepasados checos decían que el Viernes Santo se abre la tierra ofreciendo sus tesoros. Los cristianos se sumergen en la tristeza manteniendo un ayuno estricto para recordar la muerte de Cristo. Los chicos entrelazan ramitos de sauce, mientras que las chicas pintan huevos preparándose para el Lunes de Pascua. A principios del siglo 21 las viejas tradiciones de la Pascua Florida se mantienen vivas en la República Checa.
Los huevos son uno de los símbolos más característicos de la Pascua checa, representando la vida y la resurrección de Jesucristo. Con una recolecta de huevos estaba relacionada originalmente otra costumbre, que describe a continuación Iveta, de Moravia.
"El Viernes Santo a la seis de la mañana, a mediodía y a las seis de la tarde los chicos andan por el pueblo con una matraca, haciendo un ruido tremendo".
El origen de esta tradición reside en la celebración de cacerías del traidor Judas y en el hecho de que en el pasado los labradores pequeños pagaban con huevos el tributo por alquilar un campo. Los propios huevos de Pascua se regalaban a monaguillos y al sacristán.
Sin embargo, las chicas y mujeres checas preparan los huevos para otra ocasión. Los decoran con técnicas y materiales más diversos, usando, por ejemplo, cebolla, como Jana.
"Pintamos los huevos en cáscaras de cebolla. Primero envolvemos el huevo en un trozo de gasa en la que colocamos antes diferentes hierbas y hojas pequeñas mojadas en el agua. Luego lo cocinamos en agua con cáscaras de cebolla, que crearán en el huevo manchas distintas. Cada huevo es un original. Los huevos se decoran también con paja o con cera. Los huevos soplados y pintados los colocamos a veces en una fuente con trigo verde".
El Lunes de Pascua la chica regalará el huevo y una cinta de color al chico que vendrá a azotarla con una varita entrelazada para que se mantenga sana, fresca y no sea perezosa. En las zonas montañosas se usa para tal motivo también un ramito de enebro, y en Moravia del Norte vierten además sobre la chica agua fría, y un chorro de perfume.
Como ven, estimados oyentes, los hombres checos modernizan sus métodos, los huevos y las varitas se pueden comprar ya hechos en una tienda, pero la tradición de la Pascua Florida checa permanece. Veselé Velikonoce! ¡Felices fiestas!