La Socialdemocracia empuja a Chequia a la antesala de la eurozona
El gubernamental Partido Socialdemócrata insiste en que Chequia debería entrar en el Mecanismo de tipos de cambio (MTC II), que sirve de antesala para la entrada en la eurozona. Por su parte, su socio, el movimiento ANO, dice que no hay que precipitarse con la implantación del euro, mientras que el opositor Partico Cívico-Demócrata (ODS) sigue rechazando rotundamente la moneda comunitaria.
La permanencia de dos años como mínimo en dicho mecanismo representa uno de los criterios de convergencia imprescindibles para la entrada en la eurozona.
El gubernamental Partido Socialdemócrata insiste en afiliarse a dicho sistema cuanto antes, según hizo hincapié el jefe de la Cámara de Diputados, Jan Hamáček, en la reunión convocada por la Cámara Económica de la República Checa.
Jan Hamáček:
“Entrar en la eurozona significa sentarse a la mesa principal de negociaciones de la Unión Europea”.
“Si alguien teme la introducción del euro, le recomiendo que mire a Eslovaquia, país que no sufre ningún problema, todo lo contrario, está por delante de la República Checa en muchos aspectos”, sostuvo.
Por su parte, su socio gubernamental, el movimiento ANO, que cuenta actualmente con el mayor voto de preferencia, se muestra mucho más moderado en cuanto a la implantación del euro, según puso en evidencia el jefe de dicha agrupación y ex ministro de Finanzas, Andrej Babiš.
“Naturalmente, respetamos el compromiso de introducir el euro. Pero hago hincapié que no hay que apresurarse. El euro tiene sus ventajas, pero sus desventajas prevalecen. Por eso no queremos hablar de una fecha concreta de la entrada en la eurozona. Ese problema tendrá que solucionarlo el próximo Gobierno”, afirmó.Su opinión la comparte el Partido Comunista (KSČM). El vicepresidente de esa agrupación, Jiří Dolejš, reiteró que la aceptación del euro tiene sus facetas negativas, como la necesidad de asumir la responsabilidad de las deudas griegas y los problemas de los bancos italianos, entre otros.
La oposición conservadora checa lo tiene claro: rechaza tajantemente el euro, según subrayó el jefe del Partido Cívico-Demócrata (ODS), Petr Fiala.
“En este momento no consideramos el euro ventajoso para la República Checa y los ciudadanos checos. No tiene sentido precipitarnos para aceptarlo. La eurozona de hoy no funcionará para siempre, en mi opinión”, dijo.Asimismo los exportadores checos se muestran escépticos en cuanto a la implantación del euro.
“La economía checa siempre ha trabajado con su propia moneda y siempre supo arreglárselas”, indicó el presidente de la Asociación de Exportadores, Jiří Grund.