La República Checa entra en el estado de emergencia

Foto: Michaela Danelová, ČRo

Comienza el estado de emergencia de 30 días aprobado por el Gobierno para frenar el rápido avance de la pandemia de coronavirus que sufre el país desde principios de septiembre. Las medidas de contención están pensadas para dos semanas, tras las que vendrán otras, quizá más estrictas, avisó el ministro de Salud.  

Roman Prymula,  foto: ČTK/Kamaryt Michal

Tras la peor semana hasta la fecha en lo que a nuevos contagios se refiere, en la República Checa entra en vigor el estado de emergencia aprobado por el gobierno el miércoles pasado.

El ministro de Salud, Roman Prymula, justificó la necesidad de tomar esta medida extraordinaria.

“En ningún caso queremos poner limitaciones a la vida de la gente de este país si no es inevitable. Ahora está claro que tenemos que hacerlo porque realmente nuestros parámetros son de los peores del mundo y esta curva, si no tomamos medidas, no despierta mucho optimismo”.

Desde este lunes, tal y cómo informó el gobierno durante la semana pasada, se limitan las reuniones durante el tiempo libre a un máximo de 10 personas en el interior de edificios y a 20 en el exterior, pero con excepciones. Siempre que las personas estén sentadas, puede haber más de ese número establecido.

Foto ilustrativa: Skitterphoto,  Pixabay,  Pixabay License

En los restaurantes se mantiene la hora de cierre a las 10 de la noche, pero se establece un máximo de seis personas por mesa. En cines y teatros se permite un máximo de 500 espectadores sentados, pero se prohíben espectáculos en los que se cante y se suspenden las pausas. Las cafeterías de las salas deberán permanecer cerradas para evitar la aglomeración de gente.

En las ceremonias religiosas es parecido, no se permiten cantos, pero el máximo de asistentes se establece en cien personas sentadas.

Las competiciones deportivas transcurrirán sin espectadores y habrá un máximo de personal autorizado de 130 personas, las necesarias, por ejemplo, para que pueda celebrarse un partido de fútbol de primera división.

Andrej Babiš,  foto: ČTK/Říhová Michaela

Los comercios no se ven afectados, tampoco los gimnasios o las piscinas y atracciones acuáticas.

Como explicó el presidente del gobierno, Andrej Babiš, la intención es que la economía se vea lo menos perjudicada posible.

“Por supuesto, no queremos tomar unas medidas como las de marzo con un inmenso impacto en la economía, en la actividad empresarial y la vida de nuestros ciudadanos. Pero en este momento necesitamos, especialmente, la colaboración de todos”.

Pero el ministro de Salud advirtió este lunes: si un 30 o un 40 por ciento de la gente no respeta las presentes medidas, en diez días habrá que tomar otras más duras. De momento no hay razón para confinar a la población como sucede en Israel o Madrid, agregó tras su reunión con el Gobierno.

Foto: ČTK / Igor Zehl

El endurecimiento también podría afectar a las escuelas. En las zonas que aparecen en color ámbar o rojo en el mapa de riesgo de contagio, señalando riesgo medio o alto, respectivamente, ya están cerradas las escuelas de enseñanza media y superior. La educación se realiza a distancia a través de internet. El ministro adelantó el domingo que se está planteando que lo mismo suceda con las clases de segundo grado de primaria, esto eso, las que van de sexto curso a noveno. En primaria, de momento, la única limitación es que no hay clases de canto en educación musical y la educación física se ha de hacer al aire libre en el caso de las clases de segundo grado.

En cualquier caso, la situación será siempre cambiante. El ministro Prymula ya se encuentra preparando nuevas medidas a largo plazo que ha anunciado que presentará el viernes. Algunas de estas medidas probablemente serán de inmediato cumplimiento, mientras que otras serían paquetes que entrarían o no en vigor dependiendo de la situación de la pandemia en el país, especialmente en lo tocante a la ocupación de los hospitales.

Foto: ČTK / Vít Šimánek

Estos cada vez se encuentran en mayores dificultades. En la actualidad, mientras la curva de contagios no deja de crecer, ya solo quedan libre un cuarto de las camas de cuidados intensivos. Los hospitales han empezado a restructurar sus instalaciones para atender al creciente número de pacientes con COVID de diversa gravedad en otros departamentos. Aumenta la actividad en los hospitales, pero también lo hace el número de personal sanitario infectado, por lo que muchos hospitales buscan urgentemente, por ejemplo, enfermeras para su plantilla.

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