La proclamación de odio de clase será punible

La Cámara de Diputados checa aprobó la enmienda de ley del código penal, según la cual se convierte en punible cualquier tipo de actitud que instigue y fomente el odio entre las clases sociales. Dicha enmienda prohibe la negación del genocidio nazi y del comunista, a la vez que permite castigar las manifestaciones de odio contra determinados grupos de ciudadanos.

La enmienda, cuyo promotor principal en el Parlamento fue el diputado por el Partido Cívico Democrático, Jirí Payne, permite penalizar hasta con cinco años de cárcel a todo aquél que apoye el odio contra cualquier raza, religión, o clase. El código penal en vigencia permite sancionar a crímenes semejantes a un año de privación de libertad como máximo, Además, el odio de clase no había sido contemplado hasta el momento por el mismo. El diputado Jirí Payne dijo respecto a la enmienda lo siguiente:

"Los grupos y movimientos que proclaman el odio contra cualquier otro grupo de personas y les niegan los derechos humanos deberían ser rigurosamente controlados. El estado debe velar por la igualdad de los derechos para todos sus ciudadanos. Dicho de modo un tanto brutal - la lucha de clases es algo tan repugnante como el racismo."

La nueva enmienda de ley del código penal fue promovida por un grupo de diputados derechistas y aprobada pese al desacuerdo de los legisladores por el Partido Comunista de Bohemia y Moravia, y al de sus colegas del gobernante Partido Socialdemócrata. Para que pueda entrar en vigor, dicha enmienda deberá ser aprobada todavía por la Cámara Alta y firmada por el Presidente de la República.

Los adversarios que tiene la enmienda en las filas del Partido Comunista argumentan su rechazo con la eventualidad de que la citada norma legislativa pueda ser aprovechada para la prohibición de su agrupación política. Sin embargo, los autores de la misma afirman que sólo de los órganos judiciales dependerá la evaluación de las diferentes matices de la ideología comunista. Según los autores, no cada movimiento relacionado con el comunismo tiene por objetivo la supresión de los derechos humanos.

Sin embargo, la enmienda ha provocado cierto escepticismo también entre los más diversos círculos de la población checa. Así, por ejemplo, los oponentes de la enmienda temen que dicha ley pueda ser aplicada a las manifestaciones de violencia de los fans de diversos clubes futbolísticos o deportivos. "Sabemos distinguir el odio de una mera rivalidad", afirmó en respuesta a dichas reservas el diputado, Jirí Payne.